Mi día comienza muy temprano agradeciendo a Dios por un nuevo día y orando para que el Señor haga su voluntad con respecto a la situación en nuestro país, Venezuela, donde ha habido fuertes terremotos y el bloqueo naval que sufre nuestro país debido a diferencias diplomáticas con el gobierno de Estados Unidos.

Todo está en manos de Dios, y hoy aprovecho el momento, porque por la tarde saldré con mi familia a pasar tiempo fuera de casa.

Después de dedicar tiempo a mi bienestar espiritual, pasé un rato en el jardín haciendo mantenimiento, y al mediodía revisé información en mi computadora para mantener el ritmo y retomar mi trabajo en la plataforma.

Por la tarde, como estaba previsto, salí con mi familia a un lugar recién inaugurado en mi ciudad, Cantaura. Hay una panadería remodelada y una variedad de platos para cenar y compartir en familia.

Mi esposa y yo pedimos unos deliciosos sándwiches rellenos de pollo y ensalada, y mis hijos pidieron otro plato variado.

Mientras esperábamos lo que habíamos pedido, pude charlar con mi esposa.

Siendo sinceros, el pedido tardó bastante, pero tuvimos que esperar, lo que nos permitió charlar un rato en familia y disfrutar del ambiente agradable y acogedor de la panadería.

Charlé un buen rato con mi hija menor mientras esperábamos nuestro pedido.

La espera fue realmente larga, pero valió la pena, ya que el pedido que cada miembro de mi familia había hecho finalmente llegó.

Los sándwiches se veían muy apetitosos y sabían deliciosos.

Nos sentamos a comer, y era exactamente como se veía en la lista de pedidos.

Fortalecer el bienestar familiar es una prioridad para nosotros, ya que salir a menudo nos ayuda a relajarnos, desconectar, conversar libremente y disfrutar de la vista de un entorno especial y agradable.

Compartimos tiempo juntos y volvimos a casa para un descanso.