Misterios de Halloween / La danza de los esqueletos

¿Eres de los que se disfrazan en Halloween?

No, para nada. Creo que con lo feo que soy no hace falta ponerme un disfraz. Con mi rostro puedo hacer las veces de Drácula o de algún comandante fallecido. Por eso es que no me gusta salir de noche, porque de repente me pueden confundir con un espanto y podría hacer que algunas personas asustadizas se hagan en los interiores o en las pantis. Entonces es mejor mantenerse tranquilo en casa, encuevado como un conejo.

¿Aprovechas de ver películas de terror en estas fechas?

No, no hace falta andar viendo películas de las que dan grima. Para eso basta leer las noticias de sucesos en los periódicos o a través de las redes. Por ejemplo, hace unos días leí una noticia de color amarillo pollito: A causa de una venganza, a un sujeto que le tenía una deuda pendiente con un malandro, le cortaron la cabeza y a esta la pusieron a modo de exhibición en la punta de un palo a la orilla de la carretera en la vía de La Pascua hacia El Tigre. Algo verdaderamente espantoso. ¿Qué más película de terror que esa?

¿Qué dulce típico venezolano regalarías en vez de caramelos en Halloween?

Bueno, la situación económica de los venezolanos no está tan buena como para andar gastando los reales en postres; sin embargo, yo optaría por uno de los más económicos: el dulce de lechoza, porque lo que lleva es la fruta verde, azúcar y algún aliñito. Sabroso y barato. Ahora bien, si la cosa está por demás de peluda, también se pueden repartir mamones, ligando que las matas estén cargadas.

¿Qué canción pondrías para ambientar una noche misteriosa?

Hay una canción del grupo venezolano Desorden Público que se llama “La danza de los esqueletos”. El tema le calza como anillo al dedo a la Noche de Brujas, ya que lo que allí se narra es el hecho de que, el que quiera ver muertos de noche, que se vaya a un cementerio, pues allí lo que verá son decenas de esqueletos en plena rumba y bailando raspacanilla.