Asistí a una reunión diocesana el domingo.

Feliz mes nuevo

El último domingo de junio tuvimos una reunión diocesana de monaguillos. La reunión debía celebrarse el tercer domingo del mes pasado, pero surgió otro evento importante ese día, lo que obligó a los directivos a posponerla para el último domingo de junio.

La mayoría asistimos a la última misa del día en la parroquia anfitriona y nos alegró mucho ver cómo se desarrollaba la misa en la parroquia. Algunos miembros de diferentes decanatos ensayaron la misa el día anterior, ya que fueron designados para servir en la parroquia ese día. Yo serví en el catedrático que se llevó a cabo a principios del mes pasado, pero no tuve la oportunidad de servir en la misa del domingo en esta parroquia anfitriona.

Estaba dispuesto a servir en la misa, pero me dejé llevar por el trabajo y debo asistir al ensayo antes de poder servir. Al terminar la misa, el salón donde celebraríamos la reunión estaba ordenado, ya que cada vez llegaba más gente a la iglesia. La asistencia de los ejecutivos fue bastante escasa, ya que solo el vicepresidente diocesano se encontraba en la mesa principal.

Los demás ejecutivos diocesanos no estuvieron presentes al comienzo de la reunión porque algunos se dirigieron tarde a la parroquia anfitriona y otros planearon no asistir por razones que solo conocen. Nuestro sacristán diocesano falleció hace unos meses y publiqué sobre su fallecimiento en Steemit en abril. Que su alma descanse en paz, amén.

La reunión comenzó con una oración pública después de que todos se acomodaran. Los asuntos principales del día comenzaron después, y a medida que llevábamos a cabo la reunión, cada vez llegaba más gente. El preboste siempre indicaba a los que llegaban tarde dónde debían sentarse. Dos horas después, la reunión terminó y celebramos juntos la oración de clausura. Compartimos un refrigerio después de la oración de clausura y nos fuimos a casa sanos y salvos.