El día más feliz del año

Cada día es tan feliz como tú decidas que lo sea, o al menos eso pienso yo. El 20 de junio se considera como el día más feliz del año debido a diversas circunstancias beneficiosas para nosotros, pero yo creo que muchos días pueden ser felices para nosotros, ya sea porque lo creemos (teniendo una visión más optimista, dando un paseo, haciendo algo que nos gusta, entre otros) o porque los eventos hacen que sean días grandiosos (nacimiento de un hijo, una boda, graduación...). En la comunidad está el concurso: “El día más feliz del año”, para celebrar este tema y me uno a el.

Me siento muy feliz y muy cansada también, mañana vamos a realizar la fiesta de revelación de género a mi tía y estoy muy emocionada. Hace semana que estamos comprando y preparando todo, no contamos con un gran presupuesto, pero la madre de la necesidad es el ingenio y la creatividad, así que por eso no hay problema. Esta noche tampoco duermo recortando y pegando cartulina, foami y cinta, pero la emoción por hacer todo me mantiene con mucha energía.

Con tener internet, algo de dinero y comida, todo bien, ah y medicina por si me siento mal. No necesito grandes cosas, solo lo mínimo indispensable para estar cómoda. Aunque tengo algo que sí me hace pensar que fue un día grandioso, es cuando logro cumplir mi lista de tareas del día o al menos la mayoría.

He tenido muchos días grandiosos, pero el más reciente que me hizo muy feliz fue el día de mi graduación. Fue maravilloso, la emoción la sentía a flor de piel. Ese día me levanté recordando todos los años de carrera, cada dificultad y grandes momentos, todo me parecía tan lejano, como si hubiese sido hace mucho tiempo. Fue un día en el que pude celebrar todo mi esfuerzo, así que estaba inmensamente feliz y orgullosa de mí misma.

Disfrutar de las pequeñas cosas y agradecer por el simple hecho de levantarnos cada día. Muchas veces, por nuestra vida tan movida, olvidamos agradecer por todo lo que tenemos y darnos cuenta de lo afortunados que somos. Aquí entra el dicho: “no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”, por eso debemos ser más conscientes de todo lo que nos rodea, tanto lo material, como las personas que nos acompañan.

Dejar de quejarnos tanto, de verdad, eso marca una enorme diferencia. Anteriormente, yo me quejaba bastante y eso hacía que estuviese casi siempre de mal humor, pero cuando dejé ese mal hábito, las cosas mejoraron mucho, tenía menos preocupaciones y veía las cosas de una manera más optimista. Es por eso que les recomiendo disminuir las quejas de su vida.