Soy parte de la promoción 2024, por lo que mis experiencias del año anterior fueron las últimas como estudiante de secundaria. Graduarse es una de las experiencias más hermosas que existen; son meses plenos de nostalgia, felicidad y un poco de tensión por el proyecto final. Sin embargo, me siento orgulloso de ese mismo proyecto, ya que logré completar mi último año de bachillerato de forma sobresaliente. Tras meses de planificación, desarrollo y presentación, mis compañeras y yo conseguimos obtener un 20 de 20 en el proyecto final. Realmente, esto me llenó de satisfacción, ya que solo nosotros entendemos el esfuerzo, la dedicación, las risas y también las lágrimas que involucró este proyecto. Culminarlo y presentarlo de manera exitosa nos colmó de orgullo, así como a nuestros padres.

Como nuevo ingreso, me doy cuenta de que hay numerosos obstáculos por enfrentar, llegar desubicado no resulta sencillo, especialmente si has pasado un año fuera de la rutina, por ponerlo de alguna manera. Lo principal es el asunto de mantener la disciplina, aunque he hecho esfuerzos en este sentido, la universidad presenta un ambiente distinto al del hogar. Además, ser un estudiante foráneo representa un desafío personal que enfrentar, siempre he estado cerca de mis padres, y sinceramente, esto es algo completamente nuevo para mí, sin olvidar que las asignaturas de mi carrera son bastante demandantes, aunque es parte del camino. Sin embargo, creo que salir de mi zona de confort es el principal reto personal que tengo que vencer durante estos meses de adaptación en la universidad.

Como señalé previamente, existen numerosos desafíos que enfrentar, pero sin duda el más importante es ajustarme a esta nueva vida. Aunque el tiempo avanza rápidamente, y tengo la confianza de que me adaptaré. No será un proceso sencillo, pero con esfuerzo, compromiso y amor, cualquier obstáculo puede ser superado.