Jueves de experiencias vividas sv-experiencia. El pollo
Hola querida comunidad RV. Hoy en el Jueves de experiencias vividas he querido compartirles esta pequeña reflexión.
Portada editada en PowerPoint con foto de Pexels
Es normal que las parejas en alguna ocasión discutan y por breve tiempo se dejen de hablar y a veces mientras vuelven a reconciliarse el hogar puede llegar a convertirse en un auténtico campo de batalla. En una ocasión por un malentendido, mi esposa se sintió ofendida y por espacio de una semana me dejó de hablar, e incluso durante ese tiempo a manera de castigo no me hizo la comida, por lo que esa semana me tocó echar de manos de mis habilidades culinarias.
Ante la discusión el diálogo y el perdón-Pexels
Recuerdo que en ese tiempo en mi trabajo una compañera estaba vendiendo pollos que ella criaba y como en muchas ocasiones me había pedido favores, quiso ser condescendiente y me obsequió un pollo enorme beneficiado. Yo lo llevé a casa y lo dejé en la nevera y le hice saber a mi esposa aunque ella no me hablaba, que era un obsequio de nuestra amiga en común en actitud de gratitud por los favores que a menudo le prestaba.
Llegó el sábado e hice mi acostumbrada compras del mercado y como sabía que en casa teníamos pollo, no compre sino otras proteínas como carne, huevos, queso y además los respectivos vegetales.
Haciendo las compras en el mercado-Pexels
Los sábados como iba para el centro de la ciudad y allí quedaba la casa de mi madre, solía siempre quedarme a almorzar con mis hermanos y luego retornar a casa con la compra realizada.
Ese sábado no llegué a las dos de la tarde como solía hacerlo, sino que me fui a casa más temprano sobre las 12:30 pm, y al llegar me encontré a mi esposa almorzando con sus hermanos, cuñados sobrinos e hijos y precisamente lo que estaban degustando era pollo. Saludé a la familia y por supuesto no me senté a comer porque mi esposa estaba aún molesta conmigo y lo que ella preparaba de comida era para ella y yo debía preparar mi comida, pero me inquieté algo cuando abrí la nevera y vi que el pollo no estaba, porque ciertamente el pollo nos lo habían regalado y yo aspiraba que nos lo comiéramos entre los dos durante la semana o si lo llegaba a cocinar por lo menos me dejaran algo para mi, pero el pollo había desaparecido.
Al llegar estaban toda la familia comiendo pollo-Pexels
Con una sensación negativa en mi cabeza, me fui a la habitación y aunque mi cuñada me invitó a sentarme y acompañarlos a almorzar, ajena de lo que entre mi esposa y yo pasaba, le dije que ya había almorzado en casa de mamá y que no se preocuparan.
Esa tarde al marcharse la visita lo primero que pensé fue conversar con mi pareja y hacerle ver que lo que había hecho no me parecía correcto y sobre todo cuando ella durante toda la semana se había negado a cocinar para los dos, pero algo interno me impidió que lo hiciera porque no quería echar más leña al fuego, así que no dije nada aunque internamente estaba algo molesto. Para sorpresa mía esa noche mi esposa me dijo que ella había tomado del pollo solo los muslo, alas y cuello, pero la pechuga la había dejado para mi y que ella a la mañana siguiente cocinaría para los dos.
De alguna manera le di gracias a Dios porque yo me había imaginado que el pollo había pasado a la historia y por el contrario con ese pollo se alimentaron más de ocho personas y aun quedaba la mejor parte que era la pechuga para los dos y lo mejor de todo que después de una semana mi esposa me había vuelto a hablar y estábamos en plan de reconciliación.
Por eso tal vez dicen que la mejor palabra es la que no se dice y que siempre es bueno consultar con la almohada ante de tomar cualquier decisión, si yo le hubiese reclamado a mi esposa en ese momento por lo que aparentemente había hecho, a esta hora seguiríamos molestos y sin posibilidad de reconciliación.
De esta manera llegó la reconciliación-Pexels
En la vida conyugal es necesario saber ceder y recuperar la confianza a fuerza de buenas acciones, detalles y sobre todo a través del diálogo, y si este se ha roto, luchar por recuperarlo para poder seguir teniendo la experiencia fraterna familiar.
Saludos amigo @leonciocast, nos mencionas una experiencia matrimonial la cual se valió de la calma y cordura al sobrellevar la situación conduciéndoles a la reconciliación para que todo continuara en paz. Suele suceder en las parejas y así como usted actuó fue lo mejor, gracias por traernos su experiencia. Dios le bendiga.
Gracias amigo.