La vida es un proceso

Hoy cuando fui a la iglesia volví a mirar de lejos a un señor que se sienta en un extremo, recuesta su cabeza de la pared, justo allí cerca hay una ventana por la que a veces se asoma, lo veo ocultar su rostro entre sus manos y llorar. La primera vez que lo vi me llamo la atención porque antes no lo había visto así, y después de eso esa imagen quedo en mi mente, recordé un tiempo en el que me sucedía algo parecido.
Cuando vemos a alguien sufrir, tendemos a buscar la manera de ayudarlo o intentar que esa persona “salga” de ese estado en el que se encuentra y decimos, ¿Por qué sufre? Se nos olvida que cada persona está viviendo un proceso y que los procesos no pueden adelantarse o saltarse.
Una analogía que puede explicarlo es como cuando hacemos galletas, por más sencilla que sea la receta se necesita cumplir unos pasos hasta que se introducen al horno, y luego hay que esperar que la temperatura y el tiempo hagan su trabajo, no podemos simplemente intentar sacar las galletas antes, porque están crudas. Algo así sucede con las personas y sus situaciones, sus problemas. Estamos transitando un camino y a veces lo único que necesitamos es que nos escuchen, poder hablar y expresarnos, y llorar…
Ese señor lleva un tiempo así, y hoy me acerque como otros a saludarlo, solo le di la mano, él me sonrió, y después me aleje.
Y pensando en la situación de él me doy cuenta que los budistas tienen razón, la mayor fuente de sufrimiento del ser humano viene por los deseos y el aferrarse. Nos cuesta mucho soltar, dejar ir…Nos cuesta reubicarnos cuando las cosas cambian, nos cuestan los cambios, nos cuesta dejar las expectativas. Hacemos planes, creamos sueños, construimos villas y castillos y luego lo damos todo por hecho… Se nos olvida que no hay que dar nada por hecho, que cada día es único, que la vida es un cambio constante, que lo que tenemos es el hoy y nada más…
Lo más irónico de todo es que es precisamente por dar las cosas por hecho es que las descuidamos y las perdemos, y en ultima instancia olvidamos disfrutar y aprovechar del instante, que es allí donde se construye todo.
Aprovechar el breve instante…
Después que se ha perdido lo que se tenía, es que al volver la vista atrás, se añora y se sufre… Pero ocurre al contrario cuando vivimos sabiendo que nada nos pertenece, valoramos más las cosas y a las personas…
Pero esto no puede aprenderse en un libro ni mirando a los demás, hay cosas que se aprenden al transitar por ellas, muchas veces, con dolor. Pero si tenemos el valor de aprender, salimos fortalecidos.
Y sucede que la gente se cansa hasta de llorar, hay un momento en el que algo dentro tiene por fin que soltar eso a lo que nos hemos aferrado, para dejar de marchitarnos y empezar de nuevo, como el árbol que ha sido talado, pero que retoña rejuvenecido y dispuesto a florecer y dar nuevos frutos.
A veces se trata de una separación, un divorcio, el perdonar un agravio, el tener que dejar tu casa, tu ciudad, tu país, el nido vacío, madurar, envejecer, etc.… tantos cambios que enfrentamos…
Respeto profundamente a los que sufren porque es muy difícil cambiar los proyectos, los sueños, soltar, y dejarse llevar como la piedrita que se suelta en el río, así como lo explica el libro “Ilusiones”… el que se suelta es llamado loco, porque no es lo normal… Sin embargo, si comprendemos que Dios nos creo para que fuéramos, no solo buenos, sino también felices, vamos a saber en nuestro corazón que cada mañana es un nuevo despertar, que quizá hay cosas más grandes para nosotros de las que habíamos imaginado, y que esa confianza es la que puede hacernos descansar en los propósitos de Dios.
Realmente necesitamos ese algo más grande que nosotros en todo tiempo de dificultad, el ser humano necesita esa confianza para poder dejarse descansar, esa confianza que llamamos fe… Para poder permitir que ocurran los procesos, para dejar de intentar sacar las galletas del horno cuando aún están crudas…
Espero que ese señor encuentre una manera de volver a sonreír de verdad, así como espero que en cada tiempo sepamos que estamos en un proceso, que hay tiempos de reír y también de llorar y también hay tiempos en que somos consolados, y tiempos de refrigerios en nuestro transitar…
.jpg)
Muchas gracias por leer y comentar.
Las fotos son de mi autoría.
Es un post cargado de profundas reflexiones. Muchas personas se encuentran afligidas por incontables razones, problemas familiares, económicos, de salud, por la pérdida de un ser querido, por nostalgia, por apego y hasta por arrepentimiento al causar un daño.
Tal vez deba ser así, son espejos que nos encontramos en el camino, donde podemos vernos reflejados si continuamos por el mismo sendero. Tenemos la posibilidad de cambiar, empatizar y ayudar a quien más lo necesita, la vida da muchas vueltas, es un carrusel de aprendizaje diario.
Las dificultades siempre serán parte de nuestra existencia y nos enseñan a valorar mucho más la vida a medida que vamos aprendiendo.
Debemos valorar cada instante que respiramos, disfrutar de nuestras familias y amigos, entender que estamos en este mundo para hacerlo un poco mejor.
Gracias por compartir.
¡Un fuerte abrazo y bendiciones..!
Sí, así es, podemos tener la actitud de actuar de forma constructiva en cada circunstancia y eso redundará en que el mundo que nos rodea sea un poco mejor. Gracias por pasar y dejar este comentario, bendiciones para ti.🤗🙏
Saludos amiga, un texto cargado de sentimientos y deseos de ayudar al otro, solo Dios conoce y sabe lo que cada uno carga, los problemas y situaciones son tan diferentes.
Dicen por allí que cada uno vive su propio proceso y nosotros solo debemos apoyar con palabras y consejos y Dios hará el resto.
Me encanto leer esta publicación.
Hola amiga, me alegra que te haya gustado este post. Bendiciones para ti.
Muchas gracias por el apoyo 🙂
Saludos inspiración, cómo siempre es un gusto leer tus escritos porque nos dejan una hermosa reflexión y enseñanza, en esta ocasión acerca de los procesos. Es bastante duro a travesar esa etapa donde nos toca a nosotros elegir si quedarnos allí aferrados o salir y buscar nuevas oportunidades y entender que todo obra para bien, siempre hay una luz al final del túnel. Al igual que tú respeto mucho aquellas personas que se encuentran atravesando una situación difícil y deseo de todo corazón que puedan darse cuenta que hay una esperanza, y que debemos esperar sacar esas galletitas cuando estén listas y no antes. Fue un gusto leerte
Hola amiga, hay un dicho que dice que mientras hay vida hay esperanza, así que podemos continuar adelante siempre confiando que habrán tiempos mejores. Gracias por pasar, bendiciones 🙂🙏