El lado positivo de... Afrontar una enfermedad

  La vida está plegada de lecciones que nos ayudan a comprender el porqué de las cosas positivas o negativas que nos suceden. Es por esto que, se dice que sin experiencias, difícilmente vamos a entender la esencia de existir y, esta dinámica que auspicia nuestra amiga @lirvic es ideal para entender este punto. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Diariamente, tenemos motivos para agradecer y, a pesar de que socialmente en primera instancia nos enseñan que el agradecimiento lo hacemos cuando ocurren cosas buenas, el trasfondo de ser agradecido es que este noble gesto también hay que emprenderlo de lo malo, porque esas vivencias son las que nos obsequian los aprendizajes más enriquecedores.

  Entender y, al mismo tiempo, dimensionar que la vida es maravillosa, aunque nuestro cielo esté gris, es una acción que nos conecta con la sabiduría e incluso, la paz. En lo personal, he estado trabajando en nutrir en mí el acto de agradecer lo bueno y lo malo que me sucede, porque sé que todo arroja un sublime lado positivo que me impulsa a crecer.

  Para tener esta percepción, tuve que vivir situaciones muy adversas. Al inicio, les confieso que las renegué todas, pero la vida, a su manera y momento, se encargó de enseñarme que la luz siempre encontrará las grietas que hay en la oscuridad, para así, salir e iluminar mi camino impregnado de tinieblas. Un ejemplo de dicha apreciación y mar de aprendizajes lo tuve hace casi dos años, cuando mi salud llegó a su punto de quiebre más comprometedor debido a una serie de irregularidades en mi alimentación, sedentarismo y, recarga laboral que tuve durante mucho tiempo. Por lo tanto, mi cuerpo colapsó sin darme otra opción que no fuera cambiar ese estilo de vida con excesos para comenzar a cuidarme.

  Vivir en el exceso me hizo sentir que estaba viviendo mi mejor momento, pero internamente, deterioré mi sistema digestivo, ya que no toleraba muchos alimentos. Aunado a ello, desarrollé síntomas de Parkinson, porque los nervios que se encargan de producir dopamina, estaban alterados. Además de esto, mi ansiedad se salió tanto de control que, los episodios eran consecutivos durante el día.

  En ese momento, a pesar de que todo se veía tenebroso, el temor a perder la vida me llevó a entender que debía tomar cartas en el asunto y comenzar a trabajar en la recuperación de mi salud, porque lo más valioso que tengo, es mi existencia. No les diré que fue fácil salir de esa toxicidad que tenía, pero con enfoque, constancia y mucha disciplina, lo he estado logrando. Por ejemplo, actualmente mi bienestar general mejoró más del 75%. Para lograrlo, he estado dedicada a la actividad deportiva, mi alimentación es saludable y, dedico tiempo al descanso; novedad que me enseñó a entender que pararnos, es un acto de amor.

  Tal vez estas lecciones llegaron a mí de una manera abrupta, pero no me molesta que haya sido así, porque de esta forma aprendí que la vida se nos puede ir en un pestañear y, si yo no hago cosas positivas que la puedan nutrir, un agente externo no lo hará por mí, ya que solo yo puedo llevar el timón de mi existencia.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación son de mi autoría y fueron tomadas con mi teléfono celular Tecno Spark 30c}