Pienso que todos nos hemos aferrado a algo y el soltar o cambiar no da mucho miedo. Debemos tomar buenas decisiones y arriesgarnos a un cambio, a cosas nuevas.
Mayormente cuando tenemos la autoestima por el suelo solemos aferrarnos a cosas que nos hacen daño. Duele soltar y duele aceptar la realidad.
Son pruebas que la vida nos pone y debemos de analizar absolutamente. Ya esto es pasado, gracias a Dios que te fortaleciste y seguiste adelante con tus chamos.