Los años jamás pasan en vano, tal cual lo dices amiga. Aunque no podemos retroceder en el tiempo, de ellos queda muchísimo aprendizaje y cada situación que vivimos siempre nos deja algo que nos hace más fuerte, más sabios.
Admiro todo el sacrificio que hiciste para culminar tu carrera, pero sobre todo, admiro aún más esa capacidad de resistencia que nos describes que pusiste de manifiesto para alcanzarlo... Solo aquellos que de verdad quieren algo, son los que continúan hasta el final sin rendirse jamás.
Tu historia me recuerda mucho a todo el sacrificio que hizo mi madre para estudiar sin el apoyo de sus padres, aunque ese caso no por negativa, sino porque ya su capacidad para ayudarle había llegado a su límite... Habían más hijos. Pero aún así, ella, al igual que tú siguió adelante sin rendirse, inclusive conmigo y mis hermanos acompañándole.
Me encantó leerte. Éxito y bendiciones.
Felicitaciones por esa madre que tienes. Merece mucho más mérito por que yo lo hice sin familia a cargo, y ella en tu caso, tenía más personas a su cargo.
Quizás ustedes fueron su mayor motivación para seguir adelante.
Hoy día la paciencia es una de las virtudes adquiridas que más atesoro. Si hubiese tenido más paciencia en esos tiempos, quizás no hubiese llorado tanto por las dificultades en las que me vi.