Concurso mensual India Increíble de Septiembre #2 | ¡Paz interior o alegría exterior!

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▶¿Cuál es tu preferencia, paz interior o alegría exterior? ¡Elige una con fundamento!

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Experimentar la paz interior me parece mejor, por supuesto, en lugar de mostrar una alegría hacia los demás que carezca quizás de una razón significativa, que no se compagine con nuestro verdadero estado de ánimo. Ese sosiego que sentimos en el alma y que inunda al corazón de tranquilidad nos proporciona las herramientas para enfrentar la vida sin las angustias que caracterizan esta época de desmesuras y de instantaneidades que controlan sin remedio nuestro tiempo, que nos sumergen en imparables tensiones que pueden conducirnos al peligroso estrés.

Puede ser que esa paz interior no se caracterice por las manifestaciones frecuentes y escandalosas de alegría, pero cualquier gesto de satisfacción, cualquier expresión de regocijo, mientras provenga de un sincero sentimiento espiritual, resulta más adecuada y convincente que una falsa carcajada.

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▶¿Crees que alguien puede lograr la alegría exterior pero no la paz interior? ¡Justifícalo!

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La alegría y su expresión más natural, la risa, pueden ser circunstanciales; es decir, cualquier hecho gracioso o curioso que suceda en un determinado momento nos llenaría de cierto júbilo por unos instantes; pero si nuestro corazón está afectado por un grave problema, por una recalcitrante preocupación, regresará enseguida a esa seriedad que lo asedia con insistencia. Desde ese punto de vista, pareciera muy lógico deducir que para que sintamos una alegría verdadera, para que exterioricemos un alborozo que resulta consustancial con nuestras emotivas particularidades, debemos lograr primero la paz interior.

Ahora bien, debido a que la conducta humana es misteriosa e imprevisible, no sería extraño encontrarnos con personas que irradian una perenne alegría, pero llevan por dentro una gran tristeza, un sinfín de agobios que no pueden enfrentar y, por medio de ese disimulado regocijo, intentan aligerar la pesada carga que soportan en su interior; es evidente entonces que se trata de un estado de ánimo alejado de los sentimientos que subyacen en el alma. Es casi imposible, por tanto, que quien no alcance la paz interior manifieste una sincera alegría.

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▶¡Comparte algunas lecciones relacionadas con los dos puntos anteriores!

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Ni la paz interior ni la alegría exterior son conductas constantes en nuestra existencia. En esta realidad que nos circunda encontraremos siempre problemas que nos agobien por cierto tiempo y venturas que nos satisfagan para reiterarnos que vale la pena estar en este mundo, lo cual quiere decir que los cambios y la diversidad de las circunstancias son normales y lo ideal es estar preparados para afrontarlos cuando se presenten. Ante este panorama, la mejor actitud que podemos implementar no puede ser otra que hacer el bien; desenvolvernos de acuerdo con las normas que regulan la sociedad y con los preceptos morales que instituyen las virtudes de los seres humanos. Si buscamos todo el tiempo comportarnos de la mejor manera posible, estaremos en paz con nuestra conciencia y la armonía interior prevalecerá frente a todos los factores negativos que provengan del exterior; y de ese modo nuestras alegrías serán siempre sinceras y estables.

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Invito a los amigos:
@cutira81,
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