El relato que nos presentan hoy en este reto vuelve a ser excepcional. Pero en esta ocasión quiero hacerles a todos los escritores una recomendación. Es una tarea ineludible de un escritor la relectura. Ese ejercicio hay que hacerlo como lector, nunca como escritor, para poder encontrar errores de todo tipo. Pero también les quiero recomendar hacer varias relecturas y cada una en busca de cosas específicas. Por ejemplo, una relectura para asegurarnos de la coherencia del relato, otra para la ortografía, una para la semántica o para los signos de puntuación. Por supuesto que no es necesario hacerlas todas, se pueden agrupar varios temas en una lectura a medida que el escritor toma experiencia en esta labor. Al escrito de hoy le ha faltado esa lectura para resolver errores de coordinación entre género, número y algún error de digitación.
Vamos a la historia. Como decía al principio, este final me ha encantado. Estamos acostumbrados a que los finales que nos han ofrecido son globales, iguales para todos los personajes con alguna excepción. Pero este tiene la virtud de, al igual que los personajes llegan a la escena cada uno por su lado, de la misma forma se separan. Belcebú se va por donde vino. Los delincuentes del espacio toman su botín (los tardígrados) y se van con sus robots, los humanos salen de la escena sin que en sus recuerdos nada haya ocurrido y el perro - detalle soberbio del relato- queda como notario de lo que en ese lugar ocurrió.
@huesos nos avisa de que está empezando en el oficio de la escritura y en mi opinión, tiene el talento para crear historias que atrapen al lector, tiene la imaginación para sorprendernos en los giros narrativos y pone el esfuerzo en la coherencia de sus relatos (tarea fundamental en este reto), sus errores principales son precisamente los de principiante. Estoy convencido que @huesos brillará en la literatura en un futuro próximo.
¡Te felicito por este final, amigo @huesos y te agradezco y reconozco el trabajo empleado en tu participación en el reto!