Costuras y bordados
Cuando comenzó la cuarentena en el año 2020, yo todavía estaba en el colegio (4° medio, el último año en Chile) y, entre las clases online y las tareas del hogar, me quedaba mucho tiempo libre. Fue entonces cuando me adueñé de la máquina de coser de mi mamá. Empecé con proyectos simples y muchos tutoriales de YouTube: hice algunas tote bags, cintillos, scrunchies, estuches e incluso mascarillas (aunque ahora dudo si eran realmente efectivas).
Lo que comenzó como un pasatiempo, con el tiempo se transformó en nuestro emprendimiento. A finales del año 2023, junto a mi mamá y mi hermana, postulamos a una feria navideña. Afortunadamente, quedamos seleccionadas y ahí nos instalamos a vender productos hechos por nosotras mismas.
Como nos gustó tanto la experiencia, durante todo el año siguiente fuimos parte de una agrupación de expositores (artesanos y revendedores), que organizaban ferias de emprendedores con frecuencia.
Primera feria navideña, año 2023
Este año decidimos desvincularnos de la agrupación, ya que yo estoy dedicada a mi bebé y mi hermana está realizando su práctica universitaria, por lo que ya no contamos con el tiempo suficiente. Sin embargo, no he dejado la costura como hobby, y a veces hago cosas para la casa o para regalar a mis amigas.
También he incursionado en el bordado, que sin duda me encanta. Crecí viendo a mi mamá bordar, llevar sus trabajos a exposiciones de arte (incluso uno de sus bordados fue a una exposición en Europa). Y aunque sé que estoy a años luz de bordar como ella, me quedo con la satisfacción de practicar este arte y saber que es una de las herencias más valiosas que mi mamá me da en vida.
Bolso confeccionado y bordado por mi
¡Muchas gracias por leer!