@susiunderground, bueno, yo soy más de la María, cuando toca, con el tabaco discrepo bastante porque no me gusta y por todo lo que conlleva, pero dicha la declaración de principios; me gustó la poesía.
@susiunderground, bueno, yo soy más de la María, cuando toca, con el tabaco discrepo bastante porque no me gusta y por todo lo que conlleva, pero dicha la declaración de principios; me gustó la poesía.
Me ha arrebatado una especie de orgullo fumador, de resistencia desorganizada contra el imperio de lo que debe ser lo sano. Lo sano, me parece, es hacer con tu cuerpo lo que quieras y que no vengan los puritanos a hacer negocio con las prohibiciones. Y que me gusta, leñe. Es de agradecer que no lo veas como una lucha entre unos y otros, sino como formas de vivir. ¿No he dicho nada de la María? Se me habrá olvidado XD
Yo, sinceramente, no me gusta ni el olor ni el sabor (al contrario que la Maria) y parto de la idea que cada uno hace con su vida lo que estime oportuno. Yo me alegré mucho cuando prohibieron fumar en los bares y restaurantes, porque cuando me iba a tomar un café, parecía que me estaba fumando medio cigarro. Yo prefería un mundo con menos tabaco, pero son mis preferencias. Aún recuerdo un día que me fui a comer un pizza, hace ya muchos años, antes de la Ley Antitabaco. Estamos comiendo y una mujer de al lado fumando. El humo me llegaba y a cada bocado, me tragaba el humo. Con mucha educación le dije que si podía dejar de fumar, hasta que terminase de comer. Me echó una bronca de aquí te espero. Su compañera salió a nuestro auxilio y le dijo que teníamos razón, que apagara el cigarro o que se fuera a la calle a fumar. Con rabia lo apagó y pudimos comernos con gusto, nunca mejor dicho, la pizza.
Siempre hay gente maleducada. Fumar es un placer que se hace mejor en privado, pocas veces fumo en la calle, y si lo hago, la colilla va a una papelera, nunca al suelo, pero es que hay cosas de mínima civilización. Ah, y más mata la contaminación del aire, eso lo saben bien las autoridades sanitarias.