El pequeño hábito que transformó mi productividad

Hoy quiero compartir algo que me ha ayudado muchísimo a mejorar mi enfoque y a rendir mejor cada día. No soy un experto en productividad, pero este pequeño cambio hizo una gran diferencia en mi rutina.

Durante mucho tiempo intentaba hacer muchas cosas a la vez, creyendo que mientras más hiciera, más avanzaba. Pero me di cuenta de que al final del día me sentía agotado y con la sensación de no haber hecho nada realmente bien.

Entonces empecé a aplicar algo muy simple: la técnica del bloque único.
Cada noche, antes de dormir, escribo una sola tarea importante que quiero completar al día siguiente. Solo una. No es una lista interminable, es una sola cosa que sé que marcará una diferencia real.

Al despertar, me concentro primero en esa tarea. Sin distracciones. Sin multitarea. Solo ese único bloque de trabajo hasta terminarlo (o avanzar lo más posible).

Este cambio me dio claridad, motivación y un verdadero sentido de avance. Terminar esa tarea al inicio del día me da una sensación de logro que arrastra el resto del día hacia adelante con energía positiva.

Tal vez no puedas controlar todo tu día, pero sí puedes empezar tomando control de una sola cosa.

Te animo a probarlo mañana. Solo una tarea. Escríbela esta noche y enfócate en ella cuando inicie tu día. Quizás te sorprendas de cuánto cambia tu productividad.