Abuelita linda de mi corazón

¿Tienes o tuviste una abuela consentidora? Hablamos de ella y si no la tuviste, ¿alguna abuelita externa a tu vínculo familiar te adoptó como su nieto? Queremos saber de ella también.

Tan solo conocí a mi abuela materna quien fue mi segunda madre o, mejor dicho, hizo las veces de mi propia madre. En efecto, para ella fui uno más de sus hijos. Ella parió a 9 pelones, luego ella se hizo cargo de mí, además de dos de mis primos, porque, según ella, le gustaban más los chicos varones que las hembras. Esa abuelita fue una mujer demasiado fuerte tanto física como espiritualmente; tenía un carácter de general 5 estrellas que cada vez que hablaba todos nos quedábamos en silencio. Pero a la par de ese férreo carácter estaba el amor por su familia y por las cosas buenas de la vida.

¿Cuál es la frase más icónica que te ha dicho tu abuela?

Mi abuela, a quien la mayoría de los nietos le llamábamos “la nona”, era una mujer folklórica en su forma de hablar y utilizaba muchos refranes; por ejemplo: “Los padres siembran y los hijos recogen”, decía para dar una idea de lo que es el buen o el mal ejemplo de los padres hacia sus hijos. El otro que siempre decía era: “Una cosa piensa el burro y otra el que lo arrea”, para dar a entender que entre dos personas no siempre hay coincidencia en los pensamientos o en las decisiones.

A las abuelas les encanta consentir a sus nietos con sus recetas ¿Con qué comida te complace tuya?

Mi abuela sabía exactamente las comidas que a mí me gustaban (o que aún me siguen gustando); por ejemplo, después que yo me fui de la casa, cada vez que yo la visitaba yo cumplía con avisarle unos días antes. Luego, cuando yo llegaba a su casa, me tenía dulce de higos y quesillo, a la vez que para el almuerzo me ofrecía sopa de costilla o sopa de arvejas. Para la cena me hacía arepa de trigo con queso ahumado rallado, una perfecta delicia de origen gocho. La nona, cuando yo la visitaba, procuraba buscar para mí lo que se conoce como papas moradas, una especie de papas poco conocidas de Los Andes.

_{Dulce de higos}

Como nietos sabemos reconocer la sazón de la abuela, ¿alguna hija o nieto heredó esa sazón?

Claro que sí. Mi madre, quien gracias al Señor está viva, sabe hacer casi todos los platos que hacía mi abuela e igualmente le quedan muy ricos, especialmente la carne de res o el pollo guisado con papas.

_{Rosa María, la nona}

_{Invitación: @crisvera, @adriancabrera, @anay1705
Fotos de mi propiedad tomadas con un Infinix Hot 11}