I DID IT

Introduction

They say some days are power that it can change your whole story, and for me, July 2016 was one of them. That was the day I dropped my pen as a secondary school student and picked up the title of a “graduate that has passed through blackboard stress.” It wasn’t just another Saturday with small chops and music it was the grand finale of six years of early mornings, long notes, trouble exams, and the occasional flogging that built character (and reflex). The kind of day your mind will shout, “freedom”
Graduation is not just a ceremony it’s the moment you realize you’ve survived a whole era. And that day, with all the noise, laughter, fine clothes, and the smell of mama’s jollof waiting at home, I knew I was about to close one chapter and start another.

Feel free to write your post however you like. Tell us about that special day, whether it's your graduation, that of your son, nephew, a relative, or a friend. It's always special whether we're part of it or a spectator, there's no doubt about it.

My Secondary School Graduation – July 2016

July 2016, my secondary school graduation — the day I was officially upgraded from “senior boy” to a “big boy that is done with high school.” That morning I woke up with excitement and I also felt my heart beat. The air smelled different that day maybe it was the jollof rice mama was cooking for after-party, or maybe it was the sweet feeling of knowing this was my last time wearing that school uniform that always made me look like I was going to a military camp.

I remember ironing my shirt and trouser until it looked like glass, spraying too much perfume because I wanted to smell like success. The compound was full of parents, classmates, photographers shouting “Hold still!” and one uncle that somehow appeared in all my pictures. Everybody was dressed fine-fine girls with makeup so bold, even the teachers were low-key impressed.

That moment I walked into the hall, I felt like a superstar because I was so excited. People were clapping, and in my mind I said, “Yes ,no more copying notes , no more waking up early.” That day was more than a ceremony it was my personal movie premiere, and I was the main character.

What was the most emotional moment for you? Tell us, we want to cry too.

Mhen, the most emotional moment hit me when I realized: This is it. No more waking up by 5am because of fear of teachers or prefect coming to bang the dormitory door. No more standing in the assembly under hot sun listening to principal’s 45-minutes lecture. No more “bend down and hold your ears” punishment for forgetting my homework or coming late.

As my certificate, was given to me I almost cried not because I will miss school, but because I knew I had survived six years of stress, problems and canes that could have turned me into a professional drummer 😆. My friends were crying for real hugging each other, exchanging numbers we never actually called but me? I was crying small inside and laughing outside. My mind was busy shouting, Finally 😊

Still, deep down, there was this quiet feeling I had. I knew I’d miss the random jokes in class, the shared biscuits, the way we used to hide meat from dining hall prefects. Secondary school wasn’t perfect, but it was a chapter I’d never open again. And that thought, was annoying.

Do you think it's worth doing the impossible to see our loved ones or ourselves achieve this goal? Or are you one of those who thinks spending money on that day is a waste of time?

For me? It’s absolutely worth it, 100%. In fact, for me I would say if you need to sell any of your belongings to make the day special, then sell it. Graduation is not an event that happens every month. They joy of seeing yourself or someone you love finishing that kind of journey is so priceless.

Some people will say “Why waste money? After all, it just school.” But those people don’t actually understand. Graduation is not just about wearing gown and taking pictures. It’s about celebrating resilience, the late nights of reading when mosquito will use you as buffet, the endless assignments, the moments you wanted to give up but didn’t. It’s a trophy for surviving the madness.

When I saw my parents’ faces that day, I knew every kobo they spent was worth it. The joy in their eyes was louder than any music that played. They weren’t just celebrating my graduation — they were celebrating the fact that all their sacrifice wasn’t a waste. And that’s the kind of happiness you can’t buy in market.

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Final Words

Looking back, July 2016 wasn’t just a date it was the closing of one book and the start of another. The day was full of laughter, small tears, too much rice, plenty hugs, and a little bit of that “I’m too fresh for this place” attitude.
I walked into a new phase with the confidence that if I could survive secondary school, I can actually survive anywhere. And yes if I had to do it again, I’d still want my family to go all out, because moments like that don’t come twice.
So to anyone wondering if it’s worth celebrating? My answer is simple Yes! Life is too short to ignore joy when it knocks on your door.

I invite @imohmitch @samuelbrilliant @promisezella to take part in this contest.

All photos posted are my photos and are also from my device.

versión en español

Introducción

Dicen que algunos días son poderosos y que pueden cambiar toda tu historia, y para mí, julio de 2016 fue uno de ellos. Ese fue el día en que dejé caer mi bolígrafo como estudiante de secundaria y recogí el título de "graduado que ha pasado por el estrés de la pizarra."No fue solo otro sábado con pequeñas chuletas y música, fue el gran final de seis años de madrugadas, notas largas, exámenes problemáticos y azotes ocasionales que construyeron el carácter (y el reflejo). El tipo de día que tu mente gritará,"libertad"
La graduación no es solo una ceremonia, es el momento en que te das cuenta de que has sobrevivido a toda una era. Y ese día, con todo el ruido, las risas, la ropa fina y el olor del jollof de mamá esperando en casa, supe que estaba a punto de cerrar un capítulo y comenzar otro.

Siéntete libre de escribir tu publicación como quieras. Cuéntanos sobre ese día especial, ya sea tu graduación, la de tu hijo, sobrino, un pariente o un amigo. Siempre es especial, ya seamos parte de él o espectadores, no hay duda de ello.

Mi Graduación de Secundaria-Julio de 2016

Julio de 2016, mi graduación de la escuela secundaria, el día en que pasé oficialmente de "chico mayor" a un "chico grande que ha terminado con la escuela secundaria."Esa mañana me desperté emocionada y también sentí latir mi corazón. El aire olía diferente ese día, tal vez era el arroz jollof que mamá estaba cocinando para la fiesta posterior, o tal vez era la dulce sensación de saber que era la última vez que vestía ese uniforme escolar lo que siempre me hacía parecer que iba a un campamento militar..

Recuerdo planchar mi camisa y pantalón hasta que parecían vidrio, rociar demasiado perfume porque quería oler a éxito. El recinto estaba lleno de padres, compañeros de clase, fotógrafos gritando "¡Quietos!"y un tío que de alguna manera aparecía en todas mis fotos. Todos vestían bien, chicas finas con maquillaje tan atrevido que incluso las maestras quedaron impresionadas de bajo perfil.

En ese momento entré al pasillo, me sentí como una superestrella porque estaba muy emocionada. La gente aplaudía y en mi mente dije: "Sí, no más copiar notas , no más despertarse temprano."Ese día fue más que una ceremonia, fue el estreno de mi película personal, y yo era el personaje principal .

¿Cuál fue el momento más emotivo para ti? Dinos, nosotros también queremos llorar.

Mhen, el momento más emotivo me golpeó cuando me di cuenta: Esto es todo. No más despertarse a las 5 am por miedo a que los maestros o el prefecto vengan a golpear la puerta del dormitorio. No más estar de pie en la asamblea bajo el sol abrasador escuchando la conferencia de 45 minutos del director. No más castigos de "agáchate y aguanta las orejas" por olvidar mi tarea o llegar tarde.

Como me dieron mi certificado, casi lloro no porque faltaré a la escuela, sino porque sabía que había sobrevivido a seis años de estrés, problemas y bastones que podrían haberme convertido en un baterista profesional 😆. ¿Mis amigos lloraban abrazándose de verdad, intercambiando números a los que nunca llamábamos, excepto a mí? Lloraba pequeño por dentro y reía por fuera. Mi mente estaba ocupada gritando, Finalmente 😊

Aún así, en el fondo, estaba esta sensación de tranquilidad que tenía. Sabía que extrañaría las bromas aleatorias en clase, las galletas compartidas, la forma en que solíamos esconder la carne de los prefectos del comedor. La escuela secundaria no fue perfecta, pero fue un capítulo que nunca volvería a abrir. Y ese pensamiento, era molesto.

¿Crees que vale la pena hacer lo imposible para ver a nuestros seres queridos o a nosotros mismos lograr este objetivo? ¿O eres de los que piensa que gastar dinero ese día es una pérdida de tiempo?

¿Para mí? Vale la pena, 100%. De hecho, para mí, diría que si necesita vender alguna de sus pertenencias para que el día sea especial, entonces véndala. La graduación no es un evento que ocurre todos los meses. La alegría de verte a ti mismo oa alguien a quien amas terminando ese tipo de viaje no tiene precio.

Algunas personas dirán: "¿Por qué malgastar dinero ? Después de todo, es solo la escuela."Pero esa gente en realidad no lo entiende. La graduación no se trata solo de usar bata y tomar fotografías. Se trata de celebrar la resiliencia, las tardes de lectura en las que mosquito te usará como buffet, las interminables tareas, los momentos a los que quisiste renunciar pero no lo hiciste. Es un trofeo por sobrevivir a la locura.

Cuando vi las caras de mis padres ese día, supe que cada kobo que gastaban valía la pena. La alegría en sus ojos era más fuerte que cualquier música que sonara. No solo estaban celebrando mi graduación — estaban celebrando el hecho de que todo su sacrificio no fue un desperdicio. Y ese es el tipo de felicidad que no puedes comprar en el mercado.

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Reflexiones finales

Mirando hacia atrás, julio de 2016 no fue solo una fecha, fue el cierre de un libro y el comienzo de otro. El día estuvo lleno de risas, pequeñas lágrimas, demasiado arroz, muchos abrazos y un poco de esa actitud de "Estoy demasiado fresco para este lugar".
Entré en una nueva etapa con la confianza de que si podía sobrevivir a la escuela secundaria, en realidad podía sobrevivir en cualquier lugar. Y sí, si tuviera que hacerlo de nuevo, todavía querría que mi familia hiciera todo lo posible, porque momentos como ese no vienen dos veces.
Entonces, ¿para cualquiera que se pregunte si vale la pena celebrarlo? ¡Mi respuesta es simple Sí! La vida es demasiado corta para ignorar la alegría cuando llama a tu puerta.

Invito a @imohmitch @samuelbrilliant @promisezella a participar en este concurso.

Todas las fotos publicadas son mis fotos y también son de mi dispositivo.