📖🌟 Diario de Reflexiones #2 / La procrastinación 🌟📖 neyistar23

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Pixabay

¿Por qué siempre dejamos todo para después?

La procrastinación no es solo flojera, es algo que practicamos casi a diario, sin darnos cuenta. Es casi un arte que muchos dominamos sin querer. ¿Cuántas veces te ha pasado que tienes una tarea importante, pero de repente decides que ordenar el cajón de los calcetines es más urgente? Es como si nuestro cerebro buscara cualquier excusa para evitar lo que realmente importa. Y ojo, no es que no queramos hacerlo, simplemente lo dejamos para “más tarde”… aunque todos sabemos que ese “más tarde” casi nunca llega.

Les cuento que me pasó eso la semana pasada, dije que participaria en los desafios de Steemit, y comenzando el lunes, dije
'bueno, mañana hago el post de @nahela' llegó el día y dije, 'boy a hacer mejor el de @@@anailuj, y luego me ocupaba de otra cosa, pasó la semana y no hice ningúno.

La verdad no sé que me sucedió.
Pero eso me hizo darme cuenta que procrastinar es como engañarse a uno mismo.
Te dices que necesitas estar “inspirado” o “tener el momento perfecto”, pero mientras tanto el reloj sigue corriendo y la tarea sigue ahí, esperándote como un recordatorio incómodo en el fondo de tu mente.

Las consecuencias que no vemos hasta que ya es tarde

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el reloj no se detiene

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A simple vista, dejar algo para después no parece tan grave, pero la cuenta siempre llega. Lo primero que se resiente es el tiempo: se te va de las manos y terminas corriendo a última hora. Y cuando trabajas a las carreras, es obvio que la calidad baja. Haces lo que puedes, no lo mejor que sabes.

Además, la procrastinación trae de regalo un combo de ansiedad y estrés. Te acuestas pensando en lo que no hiciste, te levantas con la presión de lo pendiente y así, el círculo se repite. Y lo peor es que poco a poco te va minando la confianza: empiezas a sentir que no eres disciplinado, que siempre dejas todo para el final y que, de alguna forma, te estás fallando a ti mismo. Eso, créeme, pesa mucho más que la tarea que pospusiste. Te lo digo por experiencia.

Y ni hablar de las oportunidades perdidas. A veces, por dejar las cosas para el último momento, dejas pasar chances que podrían haber marcado una diferencia en tu vida. Y no hay nada peor que mirar atrás y pensar: “Si lo hubiera hecho a tiempo…”

Por ejemplo si hubiera hecho los post que dejé de hacer la semana pasada, ahorita estuviera disfrutando de sus beneficios, y sintiendome bien por hacerlo bien.

Trucos sencillos para romper con el hábito

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Puedes cambiar

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Aquí la buena noticia: la procrastinación no es un tatuaje en la frente, se puede cambiar. El truco no está en convertirte en una persona sobrehumana que hace todo al instante, sino en aprender a engañar un poquito a tu propia mente.

Por ejemplo, cuando una tarea parece demasiado grande, lo mejor es partirla en pedacitos. Así, en vez de enfrentarte a un monstruo gigante, te enfrentas a pasitos manejables. También ayuda mucho organizar tus pendientes por orden de prioridad, en lugar de querer hacerlo todo a la vez.

Otro tip clave es el famoso truco de los 10 minutos: obligarte a empezar algo diciéndote que solo lo harás por un ratito. ¿El secreto? Una vez que arrancas, lo más difícil ya pasó y lo más probable es que sigas. Y si no sigues, al menos avanzaste un poquito, que ya es mejor que nada.

Además, hay que cuidar el entorno. Si sabes que el celular te distrae, ponlo lejos. Si necesitas ayuda extra, busca a alguien que te dé un pequeño empujón, como un compañero de trabajo o un familiar que te recuerde lo que tienes pendiente. Y, por supuesto, no te olvides de darte pequeñas recompensas cada vez que logres avanzar. El cerebro funciona mejor con premios que con castigos.


La procrastinación es parte de la vida, pero no tiene por qué ser un estilo de vida. Todos caemos en ella, la diferencia está en cuánto dejamos que nos controle. Si empiezas a aplicar pequeños cambios, no solo vas a ganar en productividad, también vas a recuperar la tranquilidad mental de saber que las cosas están bajo control.

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Tienes el control de tu vida

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Al final, vencer la procrastinación no es hacer más, sino hacer lo que realmente importa, sin que la culpa o la ansiedad te acompañen.

Escribir este artículo me ayudó a trabajar en la procastinación, espero que pueda ser útil tambien a ustedes.

Los animo a todos a reflexionar y publicar el suyo dejando una enseñanza en la plataforma.

Con cariño.

¡Agradecida por tu lectura.!

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