Quiero escribir esto porque no es un simple consejo. Es algo que viví de cerca. Mi papá murió de cirrosis hepática por su problema con la bebida. Y aunque su muerte fue dura, más duro fue ver cómo el alcohol le robó no solo su salud, sino también su relación con nosotros, su familia.
A veces creemos que la borrachera solo le pasa factura al cuerpo, pero también va rompiendo amistades, confianza y hasta la paz en la casa.
La Biblia en Proverbios 23:29-30 lo pinta clarito: “¿De quién son los ayes? ¿De quién las tristezas? ¿De quién las rencillas? ¿De quién las quejas? ¿De quién las heridas sin motivo? ¿De quién los ojos morados? De los que se detienen mucho en el vino, de los que van buscando la bebida mezclada.”
Cuando en una casa hay alguien que no sabe poner un alto, no solo sufre él: sufre la esposa que aguanta gritos, los hijos que ven cosas que no deberían ver, y los amigos que poco a poco se van alejando porque la fiesta siempre termina mal.
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El alcohol no solo cambia lo que ves… también quién eres
El versículo 33 dice: *“Tus ojos verán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades.”*
Y es cierto. El alcohol te hace ver lo que no es.
Ves a personas más atractivas de lo que son, piensas que todo está bien cuando no lo está, y lo peor: dices cosas que hieren.
Palabras que no se pueden borrar, promesas rotas y discusiones que después dejan heridas más profundas que cualquier golpe.
Tengo una amiga, que me dijo estas palabras mientras conversabamos del tema:
Mi papá, en sus momentos de sobriedad, pedía perdón. Decía que no recordaba la mitad de las cosas que hacía o decía cuando bebía. Pero para nosotros, sus hijos, esas palabras dolían porque las cicatrices emocionales quedaban ahí, aunque él quisiera arreglarlo al día siguiente.
La verdad los padres no saben el daño que le hacen a sus hijos cuando se emborrachan y pierden totalmente su identidad.
Sí es posible dejarlo… pero hay que pedir ayuda
Proverbios 23:34 describe cómo se siente el que vive atrapado en ese vicio: *“Serás como el que yace en medio del mar, o como el que está en lo alto de un mástil.”*
Es esa sensación de dar vueltas, de sentir que todo se tambalea, de no tener control. Así vivió mi papá por años. Y sé que muchos sienten que no pueden salir de ahí, que la bebida ya los domina.
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Pero no es imposible dejarlo. He visto personas cambiar de vida, buscar ayuda profesional, grupos de apoyo, y sobre todo, buscar a Dios, porque cuando uno se rinde y reconoce que no puede solo, empieza a ver una salida. La misma Biblia que advierte sobre los peligros del alcohol también habla de un Dios que da fuerza para romper cadenas.
Mi mensaje para ti
Si estás pasando por esto, o tienes un ser querido atrapado en la bebida, quiero que sepas que no lo escribo para juzgar, sino porque sé lo que destruye. La borrachera no solo se lleva tu salud, también tus relaciones, tu paz y hasta tu vida. Pero también sé que hay esperanza: se puede salir de ahí, aunque cueste, y aunque toque empezar por reconocer que no puedes solo.
Son unas palabras para... el que se pasa de copas:
Piensa en lo que tienes que perder antes de abrir la siguiente botella. Y si ya sientes que no puedes frenar, pide ayuda hoy. Antes de que sea demasiado tarde.
Bueno amigos un saludo para todos.
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Curated by: mohammadfaisal
Hola neyistar no sabes cuánto comprendo lo que compartes y si la impotencia que se siente como hija que amas tanto a tu Padre verlo actuar equivocadamente y no poder hacer nada para ayudarlo o a tu mamá, yo era la mayor en una época al venirnos a vivir a Mariara en Carabobo y mi papá agarró una mala compañía y por una temporada fue muy fuerte para mí que era la mayor verlo actuar mal sobre todo con mi mamá, Gracias a Dios fue un corto tiempo y no pasó a mayores, pero si eso crea mucho malestar en el hogar, los niños sufren así que es importante a los Padres recapacitar y no dejarse llevar por malas influencias que traerán dolor a tu vida y tu familia. La palabra de Dios es muy clara y si los niños ven cosas que los lastiman porque no pueden ayudar. Éxitos en tu publicación muy buena y reflexiva. Bendiciones.
Gracias por leerme y tu animador comentario.