Humanización en las residencias de mayores
Humanización en las Residencias de Mayores: Hacia un Modelo de Cuidado con Alma
En 2050, España enfrentará un hito demográfico sin precedentes: el 35% de su población superará los 65 años. Este panorama demanda una revolución en la atención geriátrica, donde la humanización de las residencias de mayores deje de ser una opción para convertirse en el eje central. Las residencias deben evolucionar de espacios asistenciales a entornos vitales que preserven la identidad, la conexión emocional y la autonomía de las personas mayores.
El Grupo Villamor, referente en este campo desde hace dos décadas, encarna esta transformación. Su modelo de Acompañamiento Integral, reconocido internacionalmente, reemplaza la rigidez institucional por comunidades cálidas, donde cada detalle —desde la decoración hasta las terapias— se diseña en torno a las historias personales de los residentes. Su experiencia demuestra que es posible fusionar excelencia clínica con calidez humana.
Un Hogar con Historia: La Esencia del Modelo Villamor
Bajo el lema "Donde la vida sigue escribiéndose", las residencias del grupo emulan la atmósfera de un hogar. Salas con muebles familiares, jardines cultivados por los residentes y cocinas abiertas donde se elaboran platos tradicionales son algunos de los elementos que rompen con la frialdad hospitalaria. "Queremos que cada rincón cuente una historia", afirma Beatriz Villamor, directora del grupo.
La continuidad de los cuidadores es fundamental. Al evitar rotaciones frecuentes, se generan lazos profundos que mejoran la seguridad emocional de los mayores. Este principio se extiende a decisiones cotidianas: desde adaptar horarios a rutinas personales hasta integrar mascotas terapéuticas. El objetivo es claro: que nadie sienta que ha perdido el control sobre su vida.
Comunidades que Entienden las Necesidades
El Grupo Villamor ha sustituido los pasillos impersonales por unidades temáticas diferenciadas según perfiles:
- Álamos: Para residentes autónomos, con talleres culturales y salidas frecuentes.
- Cedros: Espacios adaptados a deterioro cognitivo leve, con estímulos controlados.
- Laureles: Áreas tranquilas para demencias avanzadas, con terapias sensoriales.
Terapias con Propósito: Reconectar con la Vida
La innovación terapéutica del grupo incluye:- Talleres de biografía: Donde los residentes recrean sus memorias mediante fotos o objetos.
- Espacios de naturaleza interactiva: Invernaderos con riego automatizado para promover la actividad física suave.
- Música generacional: Sesiones con canciones elegidas por los residentes, desde coplas hasta éxitos actuales.
Corresponsabilidad: Las Familias como Aliadas
El modelo impulsa la cogobernanza, con comités donde residentes y familiares co-diseñan desde los menús hasta las reformas arquitectónicas. Se fomenta la transparencia mediante aplicaciones que permiten a las familias acceder a informes en tiempo real o participar en videollamadas durante terapias.Un ejemplo emblemático es el proyecto "Raíces", donde se creó un museo interno con objetos personales de los residentes. "Algunos recuperaron recuerdos; otros se sintieron orgullosos de compartir su legado", destaca Villamor. Esta filosofía refuerza que el cuidado óptimo nace de la escucha activa.
Conclusión: Un Desafío Colectivo
El envejecimiento poblacional hace que las familias quieran encontrar residencias de ancianos que superen el asistencialismo básico. El caso del Grupo Villamor evidencia que las residencias humanizadas son viables, pero su generalización exige:
- Financiación pública que priorice ratios bajos de cuidadores y formación especializada.
- Alianzas con entidades locales (universidades, artistas, voluntarios) para enriquecer la vida en los centros.
- Cambio de narrativa: Dejar de ver la vejez como una carga y entenderla como una etapa de crecimiento.
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