Al ser unos niños de entre 11 y 14 años, Salvador y sus amigos enfrentan varios problemas para hacer su campaña. Ellos hacen avisos que señalan que está prohibido botar basura en la playa, entregan volantes a las personas en sus autos cuando ingresan a la zona, sin embargo los turistas hacen caso omiso a sus indicaciones. Uno de los chicos se le acerca a un grupo de turistas que estaban botando al aire algunos desperdicios de empaques de chucherías y refrescos, para que el viento se los llevara, y les dice...

¡Por favor, no tiré la basura! Aquí tiene una bolsa para que coloque todos los desechos y se los puede llevar o colocarlos en bote de basura que está entrando a la playa.

En seguida, el turista le responde. ¿Quién eres, tu niño, para darme orden a mí? Disculpe, señor, me presento. Soy del grupo de scout que nos encargamos del cuidado de nuestras playas.

Estamos haciendo una campaña de concientización con todos los visitantes, porque no crea que usted nada más, lanza desechos, aquí en su mayoría de los visitantes hacen lo mismo.