Capturando la magia cromática de la naturaleza.

En estas fotografía pude captar con más intensidad los colores naranjas intensos, los rosados, los violetas y ese azul que da la impresión que está pintado a mano. Esta mezcla de colores tan armoniosa, es como si el cielo hubiera pintado una obra de arte justo en frente de mi casa. Todos los dias es un cielo diferente, distintos colores y matices, a veces los colores son tan vivos que parece que el cielo estuviera ardiendo. Me encanta mirar cómo cambia todo en cuestión de minutos, y siempre me emociona ver qué sorpresa me tiene preparada el atardecer.

Me transmiten una sensación de paz, pero también de admiración. Miro como el día se despide con una explosión de belleza para recordarme lo valioso que es estar vivos. Cuando veo esos colores tan intensos siento que todo se detiene un momento, y me llena el alma. A veces me dan ganas de escribir, otras de quedarme en silencio. Son puestas de sol que me hacen sentir agradecida, incluso si el día fue difícil. Me reconectan con lo simple, con la maravilla de mirar al cielo y sorprenderme como si fuera la primera vez.

Estas fotos las tomé justo al frente de mi casa. Tengo la gran suerte de que desde ahí se ve perfecto el atardecer, y cada día es una sorpresa distinta. No tengo que ir lejos, solo estar atenta. Una vez, mientras tomaba una de estas fotos, un vecino me preguntó si yo era fotógrafa, porque siempre me ve en la reja al atardecer con el celular. Me dio risa, porque en realidad solo soy una enamorada del cielo. Solo cuando está muy nublado o hay neblina espesa no puedo capturar estas maravillas. Pero en días claros, el cielo se luce.