Momentos muy especiales donde se respira agua de mar, sabor a sal, olores de marea y ambientes que te envuelven y te hacen sentir una especial tranquilidad ajena a todo el ajetreo diario de vivir.
La imaginación se dispara en cada una de las tomas, al fijar el objetivo y ver más profundamente los detalles. Historias de grandes monstruos marinos, saliendo de las profundidades para hundir barcos y miradas con un toque ligeramente misterioso, dramático y terrorífico.
Cuando entro en una pequeña plaza de abastos, donde los barcos muy temprano en la mañana han descargado sus capturas, un despliegue de colores, formas y olores invaden el ambiente. Tanto la frenética actividad como la variedad de situaciones hacen que sea un momento muy especial dentro del viajar y conocer más de cerca la cultura y vivencias del día a día en uno de estos pequeños pueblos costeros.