Plaza O'Leary. Caracas.

La Plaza O’Leary, ubicada en la reurbanización El Silencio, entre las avenidas Bolívar, Sucre y San Martín en Caracas, es uno de los espacios públicos más emblemáticos de la capital venezolana. Su construcción se remonta al año 1945, cuando inicialmente fue inaugurada bajo el nombre de Plaza General Rafael Urdaneta. Sin embargo, tiempo después se levantó otra plaza en honor a este prócer, por lo que el espacio del Silencio pasó a denominarse Plaza O’Leary, en memoria del reconocido general irlandés que acompañó a Simón Bolívar en la gesta independentista.

_{Fuente Las toninas.}

Uno de los mayores atractivos de la plaza son sus esculturas conocidas como Las Toninas, obra del destacado artista Francisco Narváez. Estas figuras, que adornan sus fuentes, no solo embellecen el entorno sino que también representan un símbolo artístico de gran valor para la ciudad. Durante la visita, fue posible observar que una de las fuentes se encontraba en pleno funcionamiento, mientras que la otra estaba en proceso de mantenimiento, lo que demuestra la atención constante que recibe el lugar.

_{Fuente en mantenimiento}

La Plaza O’Leary es un punto de encuentro para enamorados, quienes suelen sentarse en sus alrededores y aprovechar el encanto de las fuentes para tomarse fotografías. Aunque se encuentra rodeada de avenidas muy transitadas, donde el bullicio de cornetas y motos es frecuente, el ambiente dentro de la plaza transmite serenidad. Sus visitantes pueden disfrutar de un espacio tranquilo, donde el tiempo parece detenerse.

_{Visitante de la plaza.}

_{Rodeada de avenidas.}

Además de su valor histórico y artístico, la plaza destaca por su buen estado de conservación. Los jardines están cuidados, la grama luce verde y limpia, y no se perciben signos de abandono. Estos detalles hacen que la experiencia de recorrerla sea aún más agradable para quienes deciden detenerse allí.

_{La plaza destaca por su buen estado.}

En mi visita, tuve la oportunidad de recorrerla junto a mi madre y tomarnos una fotografía para recordar el momento. Sin duda, la Plaza O’Leary no solo es un punto de interés turístico, sino también un espacio que guarda historia, arte y paz en medio del dinamismo caraqueño.