Las imágenes cuentan mil historias - Semana 22

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Esta fotografía la tomé, utilizando el teléfono móvil, en mi última visita al pueblo donde nací y pasé una gran parte de mi niñez y juventud: Mucoelrío. Antes de regresar a la ciudad donde ahora resido, junto a la maravillosa familia que me acompaña, quise captar esa calle donde tantas vivencias experimenté, al lado de mis hermanos y numerosos amigos de la infancia que están siempre presentes en los recuerdos. La nostalgia se apoderó de mi alma al ver esos predios tan solitarios, tan distintos a aquellos tiempos cuando todos los muchachos nos reuníamos a inventar cualquier cosa para ser felices.

En esa calle, jugábamos beisbol con una pelota de trapo, un bate hecho con algún palo que fuese resistente y los guantes fabricados con los cartones donde venía envasada la leche; no es necesario decir que todos esos implementos los fabricábamos nosotros mismos; además de divertirnos, nos gustaba soñar que podíamos alcanzar la excelencia y la fama de los grandes peloteros venezolanos, los que se destacaban con los equipos nacionales y los que llegaban a las grandes ligas. Allí también practicábamos el futbol, intentando emular las espectaculares destrezas de los astros brasileños, los referentes más próximos y efectivos de ese popular deporte.

Cuando no queríamos correr demasiado porque el implacable sol no nos daba tregua con el calor, entonces jugábamos a las metras (canicas) debajo de los árboles. Debido a que éramos siempre demasiados niños, nos dividíamos en dos grupos que se dedicaban independientemente a esta entretenida actividad por largas horas, por lo general, hasta que las sombras de la noche se aproximaran y era imprescindible ir a bañarse y a cenar. En los días navideños, también bajo la sombra de esas plantas, contagiados por la alegría y la música característica de la época, improvisábamos grupos musicales para cantar y tocar los pocos instrumentos que teníamos; eran unas estupendas jornadas a las que se sumaban hasta las personas adultas que tenían ganas de demostrar sus dotes artísticas.

Mil cosas hicimos, durante muchos años, en esa calle donde siempre predominaba el bullicio y la alegría. Era ese el centro al que todos concurríamos para inventar las más disímiles aventuras, para disfrutar de nuestra provinciana existencia… Sueño por eso que, en algún momento muy cercano del futuro, nos encontraremos allí de nuevo todos como antes para rememorar y disfrutar de aquellas antiguas experiencias.

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Invito a los amigos:
@sana-khan01,
@suryati1 y
@rosely

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_{Nota: La imagen fue tomada con la cámara del teléfono móvil, modelo: Samsung SM-A135M.}