Una imagen, mil historias - Semana 17
En estos momentos, esta imagen que capté cuando nuestros hijos eran unos adolescentes es muy especial, debido a que fue realizada durante uno de nuestros últimos viajes de vacaciones, antes de que se convirtieran en adultos y tomaran, tal como señala el destino, cada uno su rumbo particular. La hembra debió emigrar al extranjero, junto a su esposo y nuestros dos nietos, y el varón sigue en este país, buscando afanosamente, al lado de su pareja, una estabilidad que la terca crisis económica que padecemos se empeña en negarle.
El paisaje en que se encuentran pertenece al Parque La Llovizna, ubicado en el estado Bolívar Venezuela, el cual se caracteriza por su exuberante vegetación y por las rápidas corrientes del agua del río Caroní, que en muchas partes se expande en un sinfín de minúsculas gotas que viajan por el aire para rociar a las áreas próximas y a las personas que pasean por sus riberas. La imagen que ahora les muestro es un recuerdo de nuestra primera visita a ese hermoso lugar; volvimos a ir por dos veces más porque a todos nos apreció un área encantadora, un regalo de la naturaleza, donde el hombre intervino con mucha cautela para hacerlo mucho más agradable.
El hecho de que a nuestros hijos les gustara tanto este parque, nos pareció, tanto a mi esposa como a mí, algo sumamente significativo, ya que en casi todos los períodos vacacionales anteriores, en los momentos en que planificábamos el viaje, ellos siempre se negaban a escoger los destinos donde predominasen los ambientes naturales; preferían siempre las grandes ciudades, los sitios en que hubiesen inmensos centros comerciales y las más sofisticadas atracciones. De manera que esta visita a La Llovizna marcó un antes y un después en el disfrute de nuestro tiempo de ocio.
Después de esta gratificante experiencia, nuestros muchachos entendieron que los paisajes naturales, los espacios más sencillos, pueden ser también fascinantes, solo hay que disfrutar de lo que nos ofrece el ambiente, sin rechazar de antemano lo que nos negamos a conocer a plenitud. La imagen entonces, además de contener a nuestros hijos en los últimos tiempos en que la familia disfrutaba unida de las vacaciones, representa un momento significativo en el disfrute del tiempo libre.
Invito a los amigos:
@genomil,
@lunasilve y
@thaizmaita
Nota:La imagen fue tomada con una cámara Sony, modelo: DSC-W180.