SOLTAR Y SANAR✨️✨️✨️
🌾 Soltar y Sanar: lo que aprendí cuando me dejé de aferrar y entender que todo tiene un por qué...
✔️ ¿Me he aferrado alguna vez?
Sí, muchas veces. Me aferré a una amistad que ya no me hacía bien, por miedo a quedarme sola. Me aferré a momentos que ya pasaron, como si revivirlos pudiera traerlos de vuelta. Me aferré a una rutina que me agotaba, solo porque me daba estructura.
Creo que lo hice porque necesitaba sentir que algo era mío, que algo me sostenía. A veces, cuando todo se mueve, uno busca agarrarse de lo que sea para no caer. Y en ese intento de sostener, nos olvidamos de que también podemos soltar para avanzar.
Recuerdo una etapa en la que me aferré a una relación que ya no me hacía feliz. Me decía a mí misma que era por amor, pero en el fondo era por miedo. Miedo a estar sola, miedo a no encontrar algo igual, miedo a perder lo que ya conocía. Y ese miedo me mantenía en un lugar donde ya no crecía.
✔️ ¿Qué me ayudó a soltar?
Lo que más me ayudó fue escucharme de verdad. Darme cuenta de que lo que estaba sosteniendo ya no me sostenía a mí. También me ayudó escribir, hablar con personas que me quieren, y darme permiso para sentir sin juzgarme. Soltar no fue de un día para otro, fue un proceso. Pero cada vez que daba un paso, sentía que algo dentro de mí respiraba más libre.
Me ayudó mucho conectar con mi cuerpo: caminar, respirar profundo, llorar cuando lo necesitaba. También me ayudó mirar hacia atrás y reconocer que ya había sobrevivido otras despedidas. Que soltar no me iba a romper, sino que me iba a reconstruir.
✔️ ¿Sentí que sané?
Sí. Sané en partes, como quien va cosiendo pedacitos. Al soltar esa amistad que me drenaba, recuperé mi energía. Al dejar de idealizar momentos pasados, empecé a vivir el presente con más gratitud. Al soltar rutinas que me agotaban, encontré nuevas formas de cuidarme. Sanar no es olvidar, es entender sin dolor.
Sanar fue volver a mí. Fue reencontrarme con mis gustos, con mis silencios, con mi paz. Fue dejar de buscar afuera lo que ya tenía dentro. Y aunque todavía hay días en los que me cuesta soltar, ya no me aferro con miedo, sino con conciencia.
✔️ ¿Se puede ser feliz estando aferrado?
Creo que se puede ser feliz por ratos, pero no de forma plena. Cuando uno se aferra, vive con miedo a perder. Y el miedo no deja espacio para la paz. Para ser feliz de verdad, hay que aprender a soltar lo que no nos conviene, aunque duela. Porque lo que se queda por fuerza, no florece.
La felicidad necesita espacio. Y aferrarse ocupa ese espacio con ansiedad, con expectativas, con control. Soltar, en cambio, abre puertas. Nos permite recibir lo nuevo, lo inesperado, lo que realmente nos nutre.
✔️ ¿Es más fácil o beneficioso soltar o aferrarse?
Aferrarse es más fácil al principio, porque parece seguro. Pero soltar es más beneficioso a largo plazo. Soltar te da libertad, te permite crecer, te enseña a confiar en ti. No siempre es cómodo, pero sí es necesario.
Soltar es un acto de amor propio. Es decirle a la vida: “Confío en lo que viene”. Es dejar de luchar contra lo que ya no está. Y aunque a veces se siente como un salto al vacío, ese vacío también puede llenarse de luz.
Hoy sigo aprendiendo a soltar con amor. A dejar ir sin rencor. A entender que lo que se va, también enseña. Y que sanar no es llegar a un punto perfecto, sino caminar más liviana.
Soltar también es cuidarse. Y como escuché hace algún tiempo, hay maletas que no deben de viajar con nosotros en nuestra vida.
Invito a mis amigos @dexsyluz @pandora2010 @hotspotitaly, aquí el enlace Concurso: Soltar y Sanar.
Saludos y bendiciones para todos💗💗💗
Tienes muchísima razón soltar no es tan fácil, es una decisión muy difícil, da miedo y aunque es más cómodo quedarse... Pero cuando se toma la firme decisión de soltar es una energía que fluye y todo se da para que podamos ser feliz y encontrar esa anhelada Paz. Tienes la entrada #12, gracias por participar 🤍