—Es horrible. No quiero pasar por eso —lloré mientras trabajaba.— Muchas veces me habían advertido que las acciones tienen consecuencias, pero no esperaba que una de las muchas formas de pagar fuese empezar con mal pie una nueva vida.

Cuando le conté a Gertrudis, mi amante de esa época, todo lo que veía en mi mente y que sabía bien que no era mi imaginación porque sé cómo funciona, en vez de decirme que me preocupaba por nada ya que esto era común, me dijo:

—Bueno, podrías hacer cambios, aún estás a tiempo.

—Yo no quiero vivir así.

—Deja de llorar. Aún estás vivo.

Ojalá y me hubiese tomado esa visión del futuro con más seriedad. De haber aplicado las medidas necesarias, yo no estaría aquí hoy...

...de haber tenido un control literal de mi propia vida, haber pulsado el botón de flash forward para que todo acabase más rápido, apagar el reproductor y botar el soporte que la contenía...

No entendía por qué todo comenzó de mala manera. El rechazo de lo que hay y es parte de mi ser.

Hay ciertas cosas con las que no quiero tener nada que ver.

Busqué consuelo donde no debí. Busqué compañía donde sólo había burlas. ¿Por qué mis padres tuvieron que morir? ¿Por qué la vida no es más amable? Queriendo mejorar mi vida acepté cosas que no debí ni siquiera considerar. Voy de un lado a otro dando vueltas sin establecerme en ninguna parte.

Grasa. Capas de grasa. Vestida de negro y con deseos de desaparecer. No quiero salir de la casa. Si no me muevo, no hago nada malo. Si no hablo, la gente no se molesta.
El sol se oculta y sale al día siguiente, ¿por qué abrí los ojos? ¿Cuál será la novedad?
Mi yo anterior ignoró las señales. Yo no haré eso. Debo mostrar una mejoría. ¿Qué? ¿una? ¡varias! Yo no puedo pasar por esto una y otra vez y esperar o suponer que las cosas se arreglarán solas.
Debo dejar de comparar una vida con la otra, deseando que esta nunca hubiese empezado u obligar al tiempo a que vaya más rápido para salir de una fase que me desagrada. ¿Qué tal si la fase es así por mi culpa? ¿Si no cambio y se extiende hasta el final? Entonces, ¿ya no sería solo una fase sino toda mi vida?

La veo –nos veo- a ella tal y como es. La reconozco como yo. No me fijo en su ropa ni en su peinado, sino en sus emociones. ¿Por qué sigo sintiéndome mal?
Ella también quiere escapar de sí misma. Ella también desea que todo hubiera sido diferente.
Al momento en que entendí que me quedaba poco tiempo y que tarde o temprano me convertiría en esa mujer, supe que, si yo no pude escapar de mis acciones, ella tampoco. Soy un creador de caos y lo engendraré a donde sea que vaya. Culparé a los demás, me haré la víctima de cosas que los demás hagan y de cosas que yo deje que me afectaran. Echaré a perder mi mente y mi cuerpo como evidencia de lo enferma, digo, enfermo, ¿o enferma? que voy a estar.

Voy a ser hombre de nuevo. El babalawo que vio mi futuro tenía razón: Ya no está tan apegado a los demás, pero tampoco es un ermitaño. Está y no está. Vive su vida pensando en sí mismo sin convertirse en un ególatra. Se siente regenerado por las mañanas y se cansa como un anciano para el atardecer. Es un selectivo de fronteras flexibles.
Uso a esa versión futura mía para seguir adelante. Hago cambios necesarios. No quiero pasar otra y otra vez por nada como lo de esta vida.

¿Gertrudis y yo volveremos a vernos?