La gente puede hablar y escribir como quiera, puede expresarse de cualquier forma porque para eso hay libertad; tendría que ser algo muy ofensivo u obsceno para causar un rechazo en los demás.

Y si la gente habla cualquier barbaridad y dice cualquier cosa sin sentido, termina por ser como la famosa carreta vacía que suena demasiado porque no tiene nada adentro.

Cuando me pongo a reflexionar, no puedo encontrar el punto exacto en el que empecé a darle valor a las palabras; no sé si fue cuando me di cuenta de que las palabras tienen poder dependiendo de cómo las use, tienen poder para atraer la atención y también para desviarla.

Recuerdo un día en la escuela que una profesora dijo que cuando una persona está callada y solo habla para decir algo interesante, la gente se acostumbra a prestar atención cuando va a intervenir. Así que la atención es una cuestión que se busca mucho, pero se gana de una forma muy distinta a lo que la gente suele pensar, y menos hacer.

Un niño que hace pataletas constantemente termina por ser ignorado, al igual que la persona que no para de hablar, que no escoge las palabras que va a utilizar, que dice cualquier cosa para romper el silencio…

Si uno quiere ser un buen conversador, primero necesita conocer el valor del silencio, de las pausas y de cada palabra pronunciada.

Una cosa que me cansa mucho son los preámbulos. Una persona que va a decir algo, pero primero se pone a dar vueltas y vueltas, a dar saludos, a presentarse, a decir quién es o por qué no había venido antes. Como esos blogs que solía leer y la persona abría su escrito diciendo que le disculparan por no haber escrito los meses anteriores, y yo pienso que es verdad cuando dicen: ¿A quién le importa?, sobre todo si es un lector aleatorio que cae por primera vez en tu blog a leerte.

En Steemit sucede algo similar; hay personas que les encanta hacer esos preámbulos, dar muchos saludos y presentarse una y otra vez. Ya solo leyendo eso, uno se da cuenta de que no está muy concentrado en lo que tiene que decir, y ya pierde interés en lo siguiente que vaya a leer.

Y me dirán: "¡Es que somos una comunidad!" Y entonces puedo responder: con más razón sería menos importante todas esas introducciones con tantos saludos si les estás escribiendo al mismo público de siempre.

Por favor, no hagas preámbulos, ve directo al grano. Ya luego puedes decir lo que quieras, pero capturar la atención es un arte, hacer que las cosas fluyan de manera natural y la atención no se puede lograr con esas estructuras.

Hace falta frescura, el factor sorpresa, el grato descubrimiento, el leer palabras que se dicen de manera espontánea, palabras que fueron pensadas…

Muchas gracias por leer y comentar.

_{Las fotos son de mi autoría.}

@inspiracion