Hola querida familia de Steem Venezuela. Es un gusto poder estar con ustedes participando en este concurso de nuestro amigo @cruzamilcar63.

Portada editada en PowerPoint con foto de Pexels

En la plaza Bolívar de San Fernando de Apure, en tiempo del General Gómez se dice que se realizaron innumerables ejecuciones de personas que estaban en contra de la dictadura y de sus políticas autoritaria. De acuerdo a los relatos locales existe una leyenda de que cerca de la estatua edificada a Bolívar, en un árbol de Merecure aparece un hombre ahorcado con una gran soga.

Nunca llegué a creer esto a pesar que de boca de mis padres y tíos siempre escuché cantidades de historia sobre estas apariciones del ahorcado de la plaza Bolívar.

En nuestro pueblo existe una tradición de que cuando se acerca el día de los difuntos en el mes de noviembre, se suele ir a limpiar y a poner en condiciones las tumbas de nuestro seres queridos para que el día dos podamos visitarlos y encenderles unas velas.

Luego de limpiar las tumbas en el cementerio regresé-Pexels

En una oportunidad regresando del cementerio luego de haber limpiado las tumbas de mis familiares me vine por el lado de la plaza bolívar para aprovechar los bancos y las sombras de los árboles de la plaza y poder descansar antes de llegar a casa. Al llegar allí me pareció curioso que la plaza estaba totalmente sola, no se veía ninguna persona.

De repente un viento fuerte empezó a soplar y una de las rejas de la plaza rechinó justo cuando el candado que la mantenía cerrada se abrió como si alguien la hubiese forcejado. En el fondo de esa reja se encontraba un viejo árbol de merecure que llamó poderosamente mi atención, porque esa zona a pesar de que era la una de la tarde estaba totalmente oscura y como cosa de magia del árbol cayó un cuerpo de un hombre colgado de una soga gruesa y vieja con unos colmillos enormes y una mirada nauseabunda fija en mí.

La el candado abrió y el viento azotó la reja-Pexels

No me atreví a acercarme a investigar y a pesar de que estaba muy agotado corrí de ese lugar a toda prisa lleno de miedo y espantado por lo que acababa de ver.

Al llegar a casa le conté a mi padre lo que había visto y él trató de calmarme porque sabía que realmente en ese lugar se suscitaban siempre ese tipo de espanto y por lo general las personas que llegaban a presenciar tal escena, terminaban con los nervios de puntas y traumados por largo tiempo.

Pasó más de un año hasta que volviera a visitar la plaza Bolívar porque cada vez que tenía que hacer un recorrido cerca de ese lugar buscaba la manera para rodearla y así evitar pasar cerca de ella.

Invito a mis amigos @haidee, @naka05, y @saifuddinmahmud, a participar en el Concurso: Un relato misterioso