CAOSTEEM
...Hoy, me perdí una vez más en el caos silencioso del arte digital. La pantalla parpadea suavemente en la luz tenue, proyectando sombras extrañas en mi espacio de trabajo. Al sumergirme en el proceso, siento que el mundo exterior desaparece—solo quedan yo, los glitches y las infinitas posibilidades que se despliegan con cada clic. Es como una meditación, me doy cuenta. Un momento en el que todo se disuelve y me vuelvo completamente absorbido por los píxeles distorsionados y las formas absurdas que creo...

...Es un espacio donde puedo ser totalmente libre, donde los errores se convierten en arte y todo se siente correcto en su propia ruptura. Ya no me apresuro ni juzgo. En cambio, dejo que los glitches me guíen, confiando en que la belleza puede encontrarse en la imperfección. Es como una forma de meditación—una escapatoria del ruido, una manera de conectar con mi yo interior a través del caos y la creación...

Hay una belleza extraña en las imperfecciones—la forma en que un glitch puede transformar de repente una pieza, añadiendo capas de profundidad que no planeé. Me pierdo en la aleatoriedad, en los colores fracturados y las imágenes deformadas. Es como si los píxeles susurraran secretos, revelando partes de mí que no sabía que existían



...A veces, pienso que creo estos mundos caóticos para encontrar claridad en medio del caos. El absurdo se vuelve un lenguaje que hablo sin palabras, una forma de expresar lo que tengo enterrado en lo más profundo...