Celebremos el Día Internacional de la Cerveza

_{Imagen propia / F}

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Siempre he tomado cerveza. En la época, incluso, en que nuestro país vivía una radiante bonanza económica y la mayoría de mis amigos prefería consumir whisky de las más afamadas marcas, yo jamás dejé una espumosa bien fría por ninguna de esas bebidas foráneas. En aquel entonces, en los tiempos de celebraciones, como carnaval o navidad, nunca me faltaba en la maleta del automóvil una gavera con el binomio imperdible de hielo y cervezas; estas debían ser Brahma Light, era muy raro que tomase de otra marca.

No teníamos un sitio predilecto en el que nos ancláramos a tomar, podíamos hacerlo en cualquier expendio que nos agradara, pero nos gustaban, sobre todo, los que fuesen al aire libre, donde no nos sintiéramos encerrados. Sí había uno, sin embargo, que visitábamos de manera frecuente, durante los años que estuvo abierto, porque nos quedaba bastante cerca del pueblo: "El Bodegón de Gregorio", así se llamaba. Este lugar se hizo célebre entre nosotros, en nuestro anecdotario, porque un 23 de diciembre, un amigo que trabajaba en Estados Unidos y había venido a pasar esos días con la familia, nos encontró allí como a las once de la mañana y se alegró tanto que le ordenó al propietario que no le vendiera cerveza a más nadie, todas las que tenía frías en ese momento se las pagaría, porque no deseaba que nadie le interrumpiera el encuentro con sus compañeros de infancia.

Unos años más tarde, en los tiempos en que nuestro país comenzó un cambio drástico en todos los órdenes, se hizo bastante difícil, al menos para nosotros, comprar la misma cantidad de cervezas que antes; debido a eso, las celebraciones emblemáticas del calendario se disfrutaban de forma más comedida. Las adversidades económicas entonces nos indujeron a buscar otras opciones como la sangría, la cual se erigió, quizás por su precio, su agradable sabor y a que se debe ingerir fría, en el más corriente sustituto de la cerveza. Evidentemente, nunca será igual, pero no es para nada desagradable degustar este almibarado líquido, mientras compartimos una velada con familiares y amigos.

Hoy en día, aunque no acostumbro a tomar licor de forma consuetudinaria, cada vez que existe una buena excusa para celebrar lo hago con cerveza. Ya no se consigue por estos lares la apetecida Brahma Light de aquel efusivo pasado, pero con el tiempo, y sobre todo porque no soy mala boca, me he acostumbrado a la marca más popular en Venezuela, la Polar en cualquiera de sus presentaciones, porque las circunstancias nos han enseñado que una cerveza fría es incomparable, y más si la disfrutamos con las personas que apreciamos y nos aprecian.

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Invito a los amigos:
@sol02,
@sebasni04 y
@doriscermeno27

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_{Todas las imágenes pertenecen al autor y fueron tomadas con la cámara del teléfono móvil, modelo: Samsung SM-A135M.}