Hablemos sobre las sopas
▶ ¿Te consideras amante de la sopa? del 1 al 10 cuánto te gusta.
Me encanta la sopa, esa que se elabora a nuestro estilo: con muchas verduras y su respectiva proteína también abundante. Lo que pretendo decir es que no me gustan esos caldos que suelo llamar "de enfermos", los cuales consisten básicamente en un agua hervida y condimentada, en donde nadan unos lánguidos pedacitos de cualquier cosa; claro, ante una emergencia o para no pecar de mala boca, me como ese tipo de hervidos igualmente, pero no los veo apetecibles. No existe nada como un sancocho bien hecho, y allí coloco la máxima nota, 10.
▶ ¿La prefieres preparada en la cocina o en el fogón? cuéntanos tus razones.
La prefiero, por supuesto, en el fogón, que este se encuentre en un espacio abierto y todos, familiares y amigos, caminen a su alrededor, disfrutando de una buena conversación, de una excelente música, que se cante, se cuenten chistes y se hagan bromas, propiciando así una velada divertida. Cuando un hervido de cocina con leña, por otra parte, existe más acción entre los participantes, ya que el fuego debe ser atendido para que no se apague y es necesario estar más atentos al desarrollo de la cocción porque puede ser muy rápida. El sabor característico que le imprime el fogón al sancocho (un toque ahumado, unos matices que nos reconcilian con la tradición) se convierte en otra razón para preferirlo hecho con leña.
▶ ¿Cuál es tu sopa favorita? (Por ejemplo: pollo, costilla, pescado, cruzado, entre otras...)
Mi sopa preferida es la de gallina. Nunca podré olvidar aquellos tiempos en que mi madre, muy de vez en cuando, agarraba la gallina más grande que hubiese en el patio para elaborar un delicioso sancocho que todos sus hijos disfrutábamos, porque ella sabía repartirlo con una equidad impresionante. Es muy diferente, e inigualable, el gusto y la textura de un animal de estos que acaba de ser sacrificado con respecto a los que compramos en cualquier lado sin saber por cuánto tiempo han estado congelados. De todas maneras, con la intención de revivir esos momentos, en casa hemos hecho unos hervidos con gallinas adquiridas en algún supermercado y han resultado también muy sabrosos.
▶ En cuál evento, celebración o circunstancia, una sopa es INFALTABLE.
En las ocasiones en que voy de visita a mi pueblo, no puede faltar un sancocho de gallina, de pescado o de pato para celebrar el encuentro de todos los hermanos y demás familiares; y algo semejante sucede cuando nos reunimos los amigos de infancia que llevamos algún tiempo sin vernos. En casa, no puede pasar más de un mes sin comernos una buena sopa, las más frecuentes son las de pollo, y todos los primeros de enero elaboramos un hervido al que inevitablemente, por tradición, debe agregársele granos, por lo general frijoles o arvejas. Cada vez que salíamos a divertirnos a las playas o a los ríos que abundan en los estados Sucre y Anzoátegui, siempre había uno o dos días dedicados a las sopas, y muchas veces, en la celebración de algún cumpleaños, disfrutamos de este tipo de comida tan arraigado en nuestras costumbres.
▶ ¿Con o sin limón? cuéntanos tus razones.
La única sopa que me gusta con limón es la de pescado, porque se trata de una antiquísima costumbre y se ha convertido en un ingrediente esencial para esta preparación, sin embargo, tampoco le agrego demasiado. El sabor del limón lo considero muy invasivo; un plato al que se le coloque el jugo de esta fruta, me parece siempre que se impone por encima de los demás ingredientes y no me permite apreciarlos como debe ser. Estoy convencido, por eso, de que ninguna otra comida, aparte del hervido de pescado, requiere del ácido astringente del limón, ni siquiera los otros productos del mar.
▶ Dime la verdura que no puede faltar y cuál es aquella que no te simpatiza.
La verdura que no puede faltar en mi sancocho es el ocumo chino, y después de este la auyama y la yuca son mis preferidas. A las últimas sopas que hemos cocinado en casa solo les hemos colocado esas tres "vituallas", como dicen en Carúpano. La única que no me agrada mucho es el apio; eso se debe, quizás, a que mi madre jamás la utilizó en sus preparaciones culinarias. Cabe destacar que en algunos hervidos que he probado, sobre todo de carne de res, a los que les han agregado apio, no me ha desagrado por completo el sabor que le aporta al caldo, pero nunca he podido comerme un pedazo de esa verdura.
▶ Descríbenos tu sopa ideal.
Una gallina que no haya pasado tanto tiempo congelada, las verduras que cosechemos en esos mismos instantes en que nos encontramos preparando la comida, un fogón de leña para montar la olla y un grupo de familiares y amigos con ánimos de pasarla bien son elementos esenciales para una sopa ideal. Debe por supuesto llevar los aliños que hagan falta y la candela debe estar todo el tiempo alegre, porque así la verdura se desbaratará un poco y el caldo quedará con una consistencia ligeramente espesa, tal como me encanta.
Invito a los amigos:
@napito,
@roselys y
@shahidalnaz
Nota: Todas las imágenes pertenecen al autor y fueron tomadas con la cámara del teléfono móvil, modelo: Samsung SM-A135M.
Infinitamente agradecido por su apoyo...
Hola amigos! Gracias por tu invitación. A mí me gusta la sopa solo cuando está recién cocinada, ya después para calentar no mucho. Me encantó la manera cuando la hacen en el fogón a leña, le da un sabor a humo o ahumado.
Saludos, amiga... Muchas gracias por responder. Es muy cierto que la sopa, y creo que casi todas als comidas, no saben igual cuando se recalientan después.