Encantada de participar en este interesante concurso, donde tenemos el placer de mostrar nuestras comidas, bebidas y meriendas que diariamente degustamos en nuestros hogares, como también disfruto mirando las diferentes comidas de los demás usuarios siendo inevitable que se me abra el apetito con tantos platos sabrosos.

Dando gracias a Dios por un nuevo día, me desperté con buena salud y con mucha hambre, así que después de realizar mi aseo personal, me dispuse a preparar mi desayuno, como la mayoría de las veces mi desayuno es una arepa asada, me mantiene llena toda la mañana, a veces me pongo a inventar preparar comidas más suaves al comenzar el día, pero todavía no estoy acostumbrada a comer suave y al ratito nuevamente tengo hambre. La arepa la rellené con una carne mechada que me quedó del día anterior y le coloqué queso blanco rallado y la acompañé con mi taza de café.

Para el almuerzo preparé pollo al vapor bien condimentado con ajo, cebolla, comino y tiras de pimentón verdes y rojos y le aportaron un exquisito sabor, tanto al pollo como a su acompañante la pasta larga, y le coloqué queso blanco rallado.

Siempre cuando se acercan las tres o cuatro de la tarde, mi organismo comienza a pedir algo dulce, como tenía en la nevera unas guayabas cocidas con canela y clavitos dulces, las licué, las pasé por un colador, le agregué un poquito de azúcar y esa fue mi merienda del día.

Cuando compro bastante guayabas, para que no se me dañen en el refrigerador, las cocino con canela y clavitos de olor, al reposar las meto en la nevera y cada vez que me antojo de tomar el jugo, solo proceso la cantidad que necesito para el día.

La mayoría de las veces la cena es más suave, solo me preparé un pan con mantequilla y unas tajadas de queso blanco y lo acompañé con una taza de café.