Maye se fue al Callao por oro | Una historia sobre el oro

-Y ahora ¿qué podemos hacer? No se me ocurre nada para poder salir de esta difícil situación. La economía en este país se ha ido por un caño.

Todo está exageradamente costoso ¿Qué será de nuestra bebé? Fabiola apenas tiene 2 años.

-Shhhhh!!!, ya calla. ¿Por qué sigues mascullando? Yo te dije, yo te di aviso que si tú me hacías tener un bebé, lo lamentarías. No estábamos en condiciones para tenerlo.
Así que mañana me iré al Callao.

-Maye ¿Te vas a ir? ¿Nos abandonaras?

-¿Hay otra solución? Además, creo que exageras. Ya he ido a ese lugar antes. Puedes estar tranquilo, mi tío y mis primas irán también. Sólo estaré 1 año en las minas. Con trabajo duro sacaré buena cantidad de oro, ya verás que saldremos de esta. Te enviaré dinero cuando cambie las primeras pepitas.

Allí terminó esa conversación. Mi hermano Alejandro no encontró la manera de hacerla cambiar de idea. Mayerlyn, ella pensaba que "el oro lo cura todo". Mi cuñada se había contagiado de la "fiebre del oro". Ese pensamiento engañoso y enfermizo donde el poder que otorga el metal, hace que las personas pierdan el juicio.

Efectivamente Maye, su tío y primas fueron al terminal de la Bandera compraron sus pasajes y se fueron para el Callao.

Mi hermano trajo a casa a la bebé. Fabiola sólo tenía 2 añitos. Los primeros días lloró, llamando a su mami. Mi hermano regresaba del trabajo y luego de comer se ponía a darle atención a su nenita.

Pasaron los días, las semanas hasta un mes. Maye le envió la primera remesa. Con ese dinero, mi hermano pudo llevar al pediatra a la niña. Cada vez que lograba comunicarse, mi hermano le decía:

-Vente Maye, tú hija te necesita. Con lo que mandaste compré una moto. Con ella monté un negocio junto a los panas. Montamos una línea de taxi con motos, ahora soy moto taxista.

Maye, sólo decía:

-Déjame un poco de tiempo más. ¿Sabes? nos vamos a cambiar de zona. Allá hay más oportunidad de encontrar oro.

-¡No, Maye! Me han contado que esa zona es más peligrosa. Allí la mafia es muy grande. Por favor no te vayas allá.

-Tu siempre tan miedoso. Me voy y punto. Aah, recuerda que para allá la comunicación es más difícil. Así que no te pongas impertinente.

Pasó el tiempo, un año para ser exactos. Ale, soñaba el regreso de Maye, por fin la niña estaría con su mamá para verla crecer. Pero, paso el tiempo y Maye no regresaba ni había noticias de ella. Hasta que tres años más tarde el tío y las primas de Maye, regresaron. Pero, Maye no regreso.

Según , cuentan las primas, que se fue con un grupo a una zona donde se podía extraer mejor el oro. Ella estaba completamente segura que encontraría mucho oro. Ciega por la fiebre, no prestó atención a las alertas, se confió demasiado. El grupo volvió, pero Maye no regresó. Sus familias la buscaron desesperadamente, pero no la encontraron. El Callao se la había tragado.

Mi sobrina le tocó crecer con sus abuelas. Más tarde, mi hermano tuvo que irse a Colombia. La vida ya no fue igual. Pero, no todo ha sido malo. Mi sobrina se a convertido en una joven hermosa e inteligente. Pronto le celebrarán sus 15 años.

Yo oro para que si a Maye la tienen retenida en alguna parte, pueda escapar y volver. Pero, lamentablemente el lugar para donde la llevó "la fiebre del oro" le salió caro. Entonces el oro no Cura. Más bien crea otros problemas._

Espero que hayas disfrutado la historia y te halla dejado alguna enseñanza.

Aprovecho de invitar a: @solperez, @)marcybetancourt y @evagavilan a compartir alguna historia sobre el oro y nos acompañen en estas historias de oro que propone el amigo @musagold

Portada creada en Canva

@Lunasilver | Julio, 16 -2025 | Logro 1