Tres fotos, tres palabras

---

---

Esperanza

---

Siempre se ha dicho que las esperanzas son las últimas que se pierden, sin embargo, yo un buen día pasé la página y acepté que el libro que había escrito hace más de tres años sobre mi pueblo no sería publicado. A las personas que, con muy buenas intenciones, habían prometido realizar todo cuanto estuviese a su alcance para que eso ocurriera, la situación de nuestro país y otras circunstancias imprevisibles las obligaron a priorizar otras urgentes demandas y el manuscrito quedó por un buen tiempo en el olvido. En este 2025, por fortuna, debido a un encuentro fortuito con el editor que se había encargado del asunto, volvió a renacer con fuerza la idea de la publicación y el financiamiento de un sobrino que fue quien más se interesó por esta obra se hizo realidad y en junio bautizamos el libro. Una prueba más de que las esperanzas se cumplen cuando menos lo esperamos.

---

Persistencia

---

El año pasado, resolví apartarme de manera definitiva de la educación. Decidí que tomaría en serio la jubilación y me alejaría de las aulas, de las asesorías a docentes y estudiantes, y de todas esas actividades formales que tienen que ver con la dinámica de la academia. Así lo hice por algunos meses. Pero como debo llevar a mi esposa a la universidad para que cumpla con sus labores de docencia, los días en que me detenía a saludar a cualquier persona conocida, nunca faltaba alguien que viniera a hacerme alguna consulta sobre el lenguaje o cualquier tema relacionado con el funcionamiento de la institución. Fue así como terminé convirtiéndome en asesor de algunos profesores que presentarían concurso de oposición con el fin de convertirse en personal ordinario y dándole clase a un curso que no tenía profesor… ahora siempre tengo algo que hacer en la universidad, pero sin el férreo compromiso de antes.

---

Evasión

---

Este año me propuse dejar de preocuparme, de una vez, por la situación de nuestro país. Llegué a la conclusión de que la solución llegaría, quizás, cuando menos la esperáramos y que lo primordial era buscar la manera de subsistir dignamente, de mirar hacia adelante, sin esa constante preocupación por los disparates que observamos a cada rato en nuestra realidad. Me convencí de que mi hija y mis nietos, quienes se encuentran en tierras extranjeras, se están forjando, influenciados por esa cultura un poco distinta a la de este país, un presente y un futuro en el que las costumbres venezolanas van quedando como lejanas referencias; por lo tanto, solo queda rogar porque sean felices y que algún día podamos visitarlos. Continuaré entonces enfocado en mis planes, sin amargarme la existencia por los desmanes de quienes no merecen estar allí.

---

---

---

---

---

Invito a los amigos:
@pandora2010,
@elider11 y
@acostacazola

---

---

_{Nota: Todas las imágenes fueron tomadas con la cámara del teléfono móvil, modelo: Samsung SM-A135M.}