Diría mentiras si dijera que no, pues en 18 años de matrimonio son muchas las cosas que pueden pasar. Mi vida familiar gracias a Jehová ha sido muy buena y feliz pero como somos personas con pensamientos diferentes en algunos momentos hemos tenido desacuerdos que han llegado a herir nuestros corazones, pero más por no encontrar la forma en que nos entendemos mejor, criar a los hijos es una tarea muy difícil y si no seguimos la guia de nuestro creador para ello vamos a terminar fracasando, y de aquí es de dónde podemos llegar a sentirnos heridos .

En una oportunidad teníamos decisiones divididas en cuanto a nuestra hija, y molesta porque no me entendían dije palabras fuertes que estoy segura hirieron a la otra parte, también tuve que escuchar palabras que hirieron mi corazón, y es que cuando de educar a los hijos se trata ambos padres creen que están haciendo lo correcto pero si no tenemos cuidado la terquedad puede desviarnos de lo correcto, en vista de que todos estábamos herido se sintió un ambiente muy tenso y desafiante en mi casa, algo que no quería así que muy calmada fui y pedí perdón a mi hija y esposo, ellos también querían solucionar el asunto y hasta allí llegó el problema.