Educación y hogar.

Sabrá Dios que pasa por la mente del niño que se encuentra con un lápiz y una página al dibujar una figura humana hecha con la sencillez propia de su edad, momentos propicios para desarrollar la imaginación, atención y la coordinación motora. Pensamientos van y vienen, posiblemente en cómo abordar la tarea asignada por la maestra. A un lado tiene el borrador, porque en cualquier momento lo va a utilizar, ya que es un humano que se puede equivocar, corregir y seguir adelante con la asignación.

A simple vista el niño, está demostrando que en el hogar también se aprende, con gestos que delatan que los padres le han inculcado valores, principios y el hábito de cumplir con la asignación en el horario establecido. También me llama la atención que a la hora del estudio con las herramientas básicas como papel, hoja, lápiz y mente con la ausencia de elementos distractores como celulares o tablets.

Pienso que la educación del hogar es importante en el niño ya que ésta determinará el adulto que se va a enfrentar a la sociedad. En el hogar, la atención es personalizada y se refuerza lo que la escuela imparte, además fortalece los lazos familiares porque centras el vínculo educación y hogar, éste binomio incide en un adulto con principios.

La figura solitaria del niño tratando de resolver su asignación me hace recordar los primeros años de estudios de mi hija sentada en la mesa resolviendo su tarea, muchísimas veces supervisada por papá o mamá.