‎Frente a esos rubios encantados descansa la existencia plena de la madre llena con su energía cada día.
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‎Con cada sorbo busca aquietar los revoltosos en su andar, observan a su alrededor buscando el momento de escapar para seguir jugando entre el pasto.
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‎Los niños inquietos ven a su cuidadora que con paciencia los enamora, con su frágil figura los mira con simpatía esperando que terminen su comida.
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‎Uno a uno, sin parar va alimentando en su girar, cada quien espera que los atienda, ella ahí les brinda su amor y su comida.
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‎Impacientes se estiran, desean terminar su comida, para saltar y jugar cerca del hogar que los cuida y abriga sin pensar que un día no estará su madre dulce a quien observar.
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‎Bajo la sombra un descanso mientras disfrutan de su presencia cada uno la disfruta cada instante con gran orgullo le hacen mueca para que su madre se alegre de su existencia.
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‎Los niños alegres están al saborear ese momento lleno de amor sincero, que fortuna tienen al verse en ese reflejo do de los acompaña si hermoso reflejo.
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‎A cada uno la misma medida, a cada uno su amor divide para que todos tengan la misma dosis de su corazón lleno de amor.
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‎Al ver está obra de me remontó años atrás donde mi madre se sentaba en la puerta del patio donde con la fresca de la tarde nos decía que la merienda estaba lista, ya sabíamos que mientras mis hermanos aún no llegaban de trabajar con mi padre ella nos adelantaba la merienda de cada tarde dónde aprovechaba y nos contaba unas historias asombrosas las cuales nos llenaban de sabiduría y alegría.
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‎La vida del campo es divertida, y más aún si la vives con tu madre, esa misma belleza trato que la disfruten mis hijos y en la actualidad nietos y sobrinos.
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‎Saludos a la amiga @solperez en esta oportunidad viviendo y recreando el pasado a través del arte y la escritura, emocionada en participar en #venezolabossteem Invito a participar a @irene1983 @zulay7059 @sariana23 @charter
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