Tres microcuentos de silla
Salud y vida para todos.
Me traigo mi sillita y me uno a este Concurso convocado por @venezolanos a la vez que invito a participar a l@s amig@s @calculuseyo1, @luminaxios y @nomanwrites.
En la fiesta
—Una adivinanza. —gritó el payaso en medio de la celebración: —¿Cuál es el mueble cuyo nombre está conformado por dos adverbios?
Los niños se miraron entre sí.
—¡La silla! —respondió aquél. —Sí y ya.
Deseo cumplido
De niño envidiaba a la gente que usaba sillas de ruedas para movilizarse. Me parecía divertido – no limitante – ir rodando a todos lados.
Recordé el fervor con el que pedí usar una cuando me trasladaba a las sesiones de fisioterapia después del accidente. Aquello me confirmó que nuestros deseos se cumplen.
La última siesta
La sentencia era definitiva y ese día, a las 3:45pm, después que hiciera la siesta, debía ser ejecutada.
¿Siesta? ¡Vaya ironía! ¿Podrá dormir alguien que va a la silla eléctrica en unas pocas horas?
Gracias por leerme
Las imágenes fueron creadas en Ideogram.ai especialmente para ilustrar esta publicación
El primer texto es muy educativo, jeje. El segundo triste, porque en efecto estar en una silla de rueda no es un juego, aunque cuando somos niños la asociamos con un coche, jeje.
El último terroríficamente doloroso.
Me encantó leerte.
Jajajaja me cuesta mucho la creación de textos cómicos o divertidos. Con los demás me desenvuelvo un poco mejor. Espero que estos micros gusten a mis lectores.
Gracias por tus palabras, mi querida @solperez.