Un momento de reflexión en fotografía y haiku
La naturaleza nos brinda momentos únicos que activan nuestros sentidos al presenciar los cambios que se producen de forma continua mientras se hilvana una tormenta.
Imágenes visuales inesperadas, fragancias que remueven recuerdos, sonidos que relajan y otros que atemorizan.
Y frente a nuestra mirada la obra de arte más impresionante.
Yo simplemente observé y me dejé llevar.
Afortunadamente, tengo adicción por la fotografía, me parece que cada momento es irrepetible y tengo que guardarlo por alguna razón.
Aquí están las que logré hacer hace un par de días, cuando el cielo se cerró sobre el pueblo y nos aisló por completo. Imaginé que formábamos parte de una película de misterio y que cuando se abriera el cielo el mundo habría cambiado.
Efectivamente, todo cambió y a la vez sigue igual, seguimos transitando el camino y algunos ni cuenta se dieron de estas maravillas que dejamos atrás.
Dulce amanecer.
Las nubes me confunden
el viento danza
Densa oscuridad
pinta el cielo con nubes.
Eco en los truenos
Aroma verde.
Siento el dulce petricor
la tierra exhala
La lluvia canta
música en los tejados.
Gota tras gota
Vuelve la calma
lejos observo un guiño
reflejo en adiós
Las nubes me confunden
el viento danza
Densa oscuridad
pinta el cielo con nubes.
Eco en los truenos
Aroma verde.
Siento el dulce petricor
la tierra exhala
La lluvia canta
música en los tejados.
Gota tras gota
Vuelve la calma
lejos observo un guiño
reflejo en adiós
Los haikús, normalmente, se escriben para que describan los fenómenos de la naturaleza. Esta publicación te quedó bellísima.
Así dicen, pero al final todo está dentro de la naturaleza, lo voy siempre más allá, descubriendo haikus en cada detalle. Gracias por tu comentario querída Sol.
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Gracias por apoyar esta publicación, son sentimientos compartidos que llevan un tiempo de reflexión y elaboración. ¡Gracias!