Hoy en día creo que muchas personas aparentar ser amables y son carentes de sensibilidad. Cada vez que salimos a la calle y encontramos personas que se ríen de los demás por el simple hecho de no gustarle su vestimenta, la forma en la que se peinan o simplemente porque están así subidas de talla como yo. Es una demostración de la poca sensibilidad.

Más aún cuando no solo se conforman con hablar entre ellos, sino que hacen comentarios directamente para que los demás también lo hagan sin importar los motivos por los cuales esa persona atraviesa tal situación.

Durante mi trabajo como docente hace algunos años tuve una experiencia terrible, y ahora la recuerdo porque realmente quedó grabada.

Daba clases en el liceo de Playa Grande una vez a la semana. Mis estudiantes eran difíciles en cuanto a conducta. Pero yo respiraba hondo antes de entrar al salón para así poder sobrellevar la situación porque sabía que esas acciones venían de fuertes situaciones en sus hogares. Porque ya conversando con algunos pude conocerlos.

Mi mejor estudiantes era Jesús, siempre dispuesto a realizar las actividades, preparar sus exposiciones y sus evaluaciones eran impecables. Pero el problema es que todo lo hacía solo, por más que trataba de imponer que realizará el trabajo con sus compañeros no lograba que se integrará y tampoco permitía que me acercara a conversar.

Asi que tuve que preguntarles a sus compañeros y fue cuando supe que su mamá lo maltrataba mucho, no solo con golpes sino por las cosas que le decía a causa de su identidad sexual, lo ofendida, le gritaba y sus compañeros decían que hubo ocasiones que lo sacaba a la calle desnudo y le gritaba cosas fuertes. El solo le decía que no lo hiciera porque él la quería.

Mami te quiero

Esas siempre eran sus palabras. Pero aún así su mamá no se detenía. Porque los vecinos del sector se reían cada vez que ella lo hacía.

Ya conociendo la situación, hablaba con el y logré ganar su confianza, y que se integrará con los demás, me sentía feliz del cambio que había tenido, porque además apoyaba a sus compañeros.

Pero ocurrió algo terrible, recuerdo que fue la primera semana de mayo del año 2018, y estuve enferma y no fui a clases esa semana. Luego paso el día de las madres y al regresar el martes había una cartelera con la foto de un estudiante que había muerto.

Cuando me acerque, mis piernas quedaron paralizadas y mi corazón comenzó a latir fuertemente, al ver que el joven en la foto era Jesús mi estudiante. Los estudiantes se acercaron y me abrazaron lloramos juntos, hasta que logre calmarme. Y preguntar que había sucedido. Una de las niñas me dijo que Jesús me estuvo buscando para conversar conmigo, porque estaba muy triste porque le había preguntado a su mamá que quería de regalo para el día de las madres y ella solo le respondió.

Solo quiero que te mueras gay

Los compañeros decían que el estaba triste, pero nunca se imaginaron lo que haría. El domingo cuando su mamá regreso del mercado donde trabajaba. Lo encontró colgado en la sala. Con un papel que decía.

Mami te quiero. Aquí tienes tu regalo.

Cuando me lo dijeron un escalofríos corrió por mi cuerpo, nos pusimos a rezar mientras todos llorabamos la injusticia por la falta de sensibilidad de una madres que empujó a su hijo hacer una cosa inimaginable como lo fue quitarse la vida como un regalo de amor para ella.

Aún este evento me afecta, de solo pensar que quizás Jesús no fue, ni será el único joven que sea víctima de este tipo de suceso.

Espero que Dios le haya perdonado su decisión.