El era un hombre muy terco. Tenía problemas con su tensión arterial. Ya le habían mencionado que alcohol y cifras tensionales altas no eran cosas de tomarse a la ligera. Cuando Alfredo acudía al doctor, escuchaba con atención todo cuanto éste le decía. Allí junto con su esposa, su compañera de la vida, él asumía su responsabilidad de cambiar sus malos hábitos.

Pescador

Llegaba a su hogar con la cara muy seria y decía a su esposa que ahora sí lo haría. Cambiaría sus malos hábitos de vida. Aún, eran personas de edad considerable, con hijos pequeños a quienes cuidar.

La esposa, cada vez que él hacía sus promesas, luchaba contra su propia incredulidad. Eran muchos años detrás de su esposo tratando de que dejara el alcohol. Sobre todo cuando se reunía con sus amigos.

Llegaban de la faena, de la pesca, vendían muy rápido a los clientes habidos de pescado fresco. Iba a casa a ver a su familia, Luego en la tarde, entre conversaciones de historias vividas, se pasaban el rato entre copas y copas. Al estar con ellos le convencían de tomarse una copa, luego la otra y después todo venía por cuenta de él. Perdía su fuerza de voluntad y se sumergía en la Aventura de las risas y el alcohol.

Tomó demasiado, sintió cansancio. Le dijo a sus amigos que descansaría un breve momento, allí quedó. En su silla, estirado, con un codo apoyado en el espaldar de la silla y la espalda apoyada en la mesa. Allí, con sus compañeros de vida, quedó.

imagen del concurso

Él no sintió nada, se durmió. Su corazón no resistió y no le dio Guerra. Al dormirse, su corazón se detuvo. Nadie lo notó. Hasta que a la medianoche, todos ellos, deberían volver a zarpar para la faena diaria. Allí estaba Alfredo, en la misma posición de la tarde. Con la piel más pálida, que la de un muñeco de cera.

Tarde se dieron cuenta, que Alfredo había llegado al final de sus días. Quizás lo hizo de una buena manera, consumiendo alcohol, cómo a él le había gustado desde sus 12 años de edad. A los 40 años, su corazón se despidió por sus malos tratos dados.

Quizás, sirva de ejemplo, o quizás solo sirva de motivo de reuniones diarias de sus amigos, para continuar con sus sistemas de vida habituales.

El hecho de que yo acuda a la asistencia de alguien, que se supone con más conocimientos de salud que yo, no significa que al oír las indicaciones ya estoy sano. Lo que quiere decir es que debo dar un giro a mi vida si pienso y quiero vivir por algunos años más, siendo sano. En caso contrario, o por un hecho fortuito que me lleve de este plano, me iré simplemente por mis propias acciones.

Esta es mi participación en el concurso de @solperez. "Concurso de Arte y Escritura #163"

Para participar sigue este link.

Invito a participar a @wlin y @haidee