Los años se asientan, como sombras que juegan en nuestra vida y cargamos los destinos con la piel desgastada, sin tener en cuenta que las huellas profundas nunca se apagan.

La muerte, siempre ronda sigilosa, y puede ser nuestra amiga callada que a veces nos sopla en el pecho y de vez en cuando como si fuese un eco distante, nos susurra al oído.

Imagen del post de @solperez.

Las cargas de nuestras vidas se hacen pesadas y pueden recordarse como un suspiro, o un sueño olvidado, como lazos que amarran nuestras penas , las risas, o los llantos en noches enteras.

Los caminos se cierran, pasan los días y nos ahogamos en penas, hay luces , hay niebla y seguimos caminando cansados.

Si nuestra alma se abre, el peso es ligero y puede que nos encontremos con la eternidad algo que siempre ha buscado la humanidad.

El peso de los años es como un eterno murmullo y esas ramas que pesan debes dejarlas en el suelo porque es la hora de partir.

No se leñador si iras al cielo o al infierno pero la muerte está allí tocándote al hombro a ti, espero que hayas hecho mucho bien y que tu alma logre descansar en paz eterna también.

Esta es mi participación en el Concurso de Arte y Escritura #148 sugerido por @solperez. Enlace Aquí.

Agradezco la invitación de @lucymavarez a participar en la presente iniciativa. Por mi parte deseo invitar a participara a @robertorrivas, @mariami y @hljott.

Espero que mi publicación haya sido del gusto de los lectores. Un gran saludo a todos.