Una imagen, una historia

  Una imagen no tiene la oportunidad de emitir palabras a viva voz, pero si posee el poder de inspirar la creación de una historia escrita y, esta particularidad es la musa perfecta para la creación de hermosos relatos. Debido a esto, la dinámica que auspicia @franyeligonzalez es idónea para estimular el arte literario. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  El despertador de Silvia ha comenzado a sonar y, esta vez lo hace más temprano. En casa, todos siguen entre las sábanas, pero ella se levanta muy emocionada, porque su vida universitaria, comenzará cuando el reloj indique que son las nueve de la mañana.

  Se va a la ducha moviendo su cuerpo al ritmo de la samba. Para ella, bañarse con agua bien fría, es la manera de llenar su cuerpo de energía Duracel. Después de contagiarse con dinamismo, se va a la cocina y prepara un coctel de frutas para desayunar con a su familia.

  Entre suspiros profundos, adrenalina y curiosidad, Silvia ha llegado a la universidad. Recorre los pasillos principales y al ver lo inmensa que es la edificación de la biblioteca, nuestra un nivel de asombro tan grande que, una profesora que caminaba junto a ella, le dice:

Esa es la expresión de alguien que ama la lectura. ¡Disfruta ese mágico lugar!

  Destilando un brillo eufóricamente estelar en sus ojos, Silvia la mira y, con una voz quebradiza por la emoción, le agradece para luego entrar a la biblioteca. Cada pasillo que recorre, supera al anterior y cuando cree que ya lo vio todo, se topa con el estante que contiene los libros que siempre soñó leer.

  Temblando de la emoción, se acerca al estante. Por unos segundos se queda observándolos y luego los toca para asegurarse de que no está imaginando que finalmente está ante la referencia bibliográfica que revela cómo los escritores logran que las letras hablen.

  Convencida de lo que estaba ante sus ojos, Silvia comienza a leer el título de algunos libros y la bibliotecóloga, al ver el interés que tiene con las referencias bibliográficas, se acerca a ella y le explica cómo puede descubrir el mágico secreto para que las letras tengan voz.

  Agradecida por la información suministrada, Silvia, con papel y lápiz en mano, comenzó a anotar todos los detalles que le estaban dando. El primer libro que seleccionó, lo leyó en dos días y, los siguientes, a pesar de ser tomos grandes, mantenía el mismo tiempo de lectura. Su interés por escudriñar esas referencias, no se detenía y, en cinco años de carrera, logró leer mil libros.

  En la universidad, Silvia se graduó con honores, porque obtuvo calificaciones máximas en todas las asignaturas, pero el reconocimiento más especial que recibió durante el acto de grado, fue el diploma especial como la escritora que logró escribir historias que tienen voz propia en cada letra.

Este diploma también es de la señora Anita, porque ella me enseñó a conectar con la magia de escribir con letras que tienen voz

  Fueron sus palabras al recibir el reconocimiento. La señora Anita, no estuvo a su lado, porque falleció hace año y medio, pero Silvia está segura de que, desde el cielo, la escuchó.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!