"Una imagen una historia": El médico novato
Hola mis queridos amigos digitales
Gracias a la amiga @frangelygonzalez por proponer este concurso, en el que nos motiva a jugar con la imaginación a partir de una imagen. Tratemos de sacar nuestra vena escritora en este interesante ejercicio.
También quiero invitar a @jesusnunez @miyexi y @paholags para que se unan a este concurso , porque estoy seguro que redactarán un cuento reflexivo y emotivo.
El médico novato
Los nervios superaban su ansiedad y eso él no se lo podía permitir. No debería sentir ni una ni otra, pero siendo su primera intervención quirúrgica, su corazón latía aceleradamente por la novedad y la emoción.
La primera operación del médico novato
Había estudiado Medicina confiando en su disciplina, su destreza con las manos y su ingenio para resolver situaciones difíciles. Su tío Fabián era un excelente cirujano y de él había aprendido algunas cosas de las que no se enseñan en las aulas, como saber escuchar al paciente, entender la necesidad del visitador médico y desconfiar de los laboratorios, pero quería seguir la senda de su tío porque quería gozar también de la solvencia económica y la posición social que la carrera les otorgaba.
Sabía que no sería instantáneo, pero que era mejor estar en la pista que ver la competencia desde la tribuna del público. Ese era el deseo de Amílcar, ser un gran cirujano.
Ahora, luego de culminar sus estudios y ser asistente de un gran médico de la ciudad, el dr. Abelardo Sánchez, Amilcar enfrentaba su primer gran desafío, dirigir una operación quirúrgica y ayudar a salvar una vida.
Su concentración se reflejaba en la gélida mirada con la que entró al quirófano esa mañana. Los asistentes y enfermeros habían esperado este momento porque sabían que se lo merecía. Había trabajado cuan duro le permitía su cuerpo y había revisado milimétricamente los antecedentes médicos del paciente.
No quería cometer errores. No podía cometer errores. Era su primera oportunidad y tenía qua salir bien. Entró en la sala y pidió que le ayudaran a colocarse el equipo de protección personal. Él mismo supervisó los valores de la anestesia como quien revisa los resultados de una lotería: concentrado en cada número, en cada dígito, porque cualquiera de ellos puede hacer la diferencia.
Sintió que una gota de sudor frío le bajaba por la sien izquierda y le permitió que se acoplara a su mascarilla. Con el hombro izquierdo la aplastó contra la comisura de sus labios para que no fuera un inconveniente al momento de la intervención.
Se desplazó por el quirófano con la teatralidad de quien sabe que está siendo observado y monitoreado por todo el equipo de especialistas y ayudantes. La mayoría de ellos con mucha más experiencia y edad que él, que apenas estaba entrando al ruedo profesional.
Aunque sabía que era el más joven en el quirófano -ya que algunos incluso le doblaban la edad- no podía permitirse caer en un nerviosismo juvenil. Estaba allí como el cirujano, y eso era lo que tenía que demostrar.
Se tomó su tiempo para ver la totalidad de la sala, las luces, los equipos, el personal. Detuvo su calculadora mirada sobre la bandeja de implementos de acero inoxidable, relucientes, brillantes, estériles; donde destacaban varias tijeras y pinzas tipo tijera a punto de entrar en acción.
Se paró de frente a la mesa de operaciones, donde el paciente respiraba con la ayuda de una mascarilla plástica y unos tubos transparentes, levantó la cara para mirar a los nueve pares de ojos que lo miraban expectantes, levantó las manos con las palmas hacia adentro, contuvo la respiración y como sintiéndose el director de una gran orquesta dijo solemnemente deteniéndose en cada sílaba: “Comencemos”.
La imagen fue proporcionada por la moderadora y es de libre uso
Gracias por llegar hasta aquí.
Te invito a que me dejes tu comentario.
Para conocer un poco más de mí, aquí te dejo mi presentación
¡Holaaa Roberto!🤗
Esta historia ratifica que, entre la teoría y práctica, hay un abismo infinito y, por más preparación intelectual que tengamos, ejercer lo aprendido, desata nuestros nervios a flor de piel... Es algo incómodo, pero en algún punto de nuestra vida, formará parte de nosotros.
Te deseo mucho éxito en la dinámica... Un fuerte abrazo💚
Gracias amiga!
Saludos!