Una imagen, una historia.

in WORLD OF XPILAR10 days ago (edited)


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—La tarde tiene un clima agradable para ir de compras. Hay algunas cosas que necesito, mi amor. Te prometo que regresaré a tiempo para preparar la cena. —le dijo Ana, en una llamada telefónica a su esposo, antes de salir.

Ana era una mujer joven, de veinticuatro años, que se dedicaba al freelance en casa para complementar los ingresos de su esposo, Martín, aunque en algunas ocasiones, sus ganancias superaban con un amplio margen a las que obtenía su pareja en su empleo como farmacéutico.

Sin embargo, en las últimas semanas no había logrado concretar acuerdos con clientes, y tampoco estaba dispuesta a recibir limosnas por su trabajo; consideraba que sus precios, valían la responsabilidad y calidad de sus entregas, como lo hacen todos aquellos con sentido común.

Esta situación la tenía bastante aburrida, puesto que no estaba acostumbrada a estar sin hacer nada. Aunque las labores propias del hogar requerían su atención, ella siempre mantenia todo en orden, por lo que sus esfuerzos, respecto a esto, sólo eran necesarios para mantener lo que cautelosamente conservaba en orden.

Cansada de revisar su cuenta de Workana y verificar una y otra vez la bandeja de notificaciones para comprobar las ofertas de trabajo disponible, así como también de ver series en la plataforma de Netflix —principalmente aquellas de origen coreano y turco—, quiso hacer algo diferente para distraer la mente, y optó por dar un paseo al centro comercial más cercano. Cualquier cosa que pudiera hacer le bastaba, con tal de tomar algo de aire fresco y distraerse un poco.

Ese día, vistió un outfit sencillo, pero a la vez cómodo, solo era un paseo para relajarse. Llevaba su negra cabellera suelta y usaba un suéter ancho de color marrón, pantalones jeans ajustados y unos zapatos casuales de suela baja. Antes de salir, se colgó su bolso de tela azul oscuro con rayas de colores, llevándose en su interior algunos objetos personales; cosas de mujeres.

“Santa Rosa Place” era el nombre del centro comercial que decidió visitar ese día. Allí recorrió sus pasillos y visito varias tiendas, principalmente aquellas que ofrecían zapatos y ropa de mujer. Hasta que finalmente termino entrando a un local donde funcionaba un librería llamada “Karamelos +”. «Necesito un buen libro para leer”, pensó.

Al ingresar al establecimiento, notó que el lugar estaba repleto de estantes que exhibían una numerosa colección de libros; la iluminación era clara y provenía de numerosas lamparas LED bien distribuidas en el techo. Había pocas personas en el interior. Ana, inmediatamente, se dirigió con la vendedora del lugar, una señora de aproximadamente cincuenta años y gafas con cristales tan gruesos como el fondo de una botella.

—¡Buenas tardes! —dijo Ana.

—Buenas tardes, jóven. ¿En qué puedo ayudarle? —preguntó la vendedora.

—De casualidad, ¿tendrá a la venta el libro La paciente silenciosa de Alex Michaelides”? He leído muchas reseñas sobre él. —comentó Ana.

—Oh, no, joven, lo siento. Está agotado, y los pedidos llegan para el próximo mes. —respondió la vendedora.

—Qué lástima. Me llamo mucho la atención lo que leí sobre el… y el libro, ¿Proyecto Ave María de Andy Weir? —preguntó.

—El último tomo fue vendido esta mañana, jóven. Quizás puedas encontrarlo a la venta por internet o tal vez en alguna plataforma de E-book. —dijo la vendedora.

—Ya lo intenté en plataformas de E-book y no pude localizarlo, aunque me quedé enganchada en Booknet con uno que se llama Entre amor, dudas y traición de W. Linares A., tiene una trama que te atrapa, aunque el autor no ha concluido la historia. —manifestó Ana.

—Bueno, la verdad es que yo prefiero los libros impresos, y si son de literatura clásica, mucho mejor. —contestó la vendedora, con amabilidad.

—No me gustaría irme con las manos vacías. ¿Me recomiendas alguno? —preguntó Ana.

—Claro que sí. Echa un vistazo en la sección de literatura clásica. Te recomiendo El conde de Montecristo de Alexandre Dumas. —dijo la vendedora.

—¿Dónde está ubicada? —preguntó Ana.

—Es aquella de allí. —señalo la vendedora.

—¿Dónde estan los libros que no tienen portadas decorativas? —preguntó Ana.

—Exactamente, joven. Nunca juzgues un libro por su portada. Lo bueno está dentro de ellos. —contestó sonriendo la vendedora.

Ana camino el dirección a la sección de libros que le indicó la vendedora. Al llegar frente una estantería que se extendía desde el piso hasta el techo, repleta de volúmenes en diferentes tamaños y colores, se concentró y comenzó a examinar el contenido de los mismos sin dejarse llevar por la apariencia de las portadas, tal como le había sugerido la amable vendedora.

Después de una minuciosa revisión, Ana encontró muchos títulos que llamaron su atención, aunque, finalmente, se decidió por el libro que le habían recomendado antes de dirigirse a ese estante; ese fue el tomo que decidió llevar a casa.

—Te aseguro que disfrutarás mucho la lectura. —le dijo la vendedora, después de comprar el libro.

—Estoy segura que sí. Gracias por su amable atención. —se despidió Ana, antes de retirarse de “Karamelos +”, la librería del centro comercial “Santa Rosa Place”.




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 10 days ago 

¡Holaaa amigo!🤗

Esta historia me permitió ratificar que, a pesar del impacto que tienen las plataformas de streaming o, redes sociales al momento de considerarlas una fuente de entrenamiento; los libros jamás dejarán de tener su público y, cuando alguien se sumerge en ese mundo por primera vez (Tal cual como le sucedió a Ana), descubre que el mundo literario es un paraíso.

Te deseo mucho éxito en la dinámica... Un fuerte abrazo💚

Thank you for inviting me, you are a great writer, through this story you also showed how a woman is working hard to help her husband. It is a very emotional story. I will also have to try to write something.

Well, the truth is that I prefer printed books, and if they are classic literature, so much the better.

I prefer printed books too though it's more practical to go for ebooks these days

Ha, ha, ha, ha. There are super good works within classic literature, which deserve to be read again and again. Have you read the Count of Monte Cristo?

I know of that story, but I have yet to read that. 😖😖😖